La red social china TikTok, propiedad del gigante tecnológico ByteDance, está actualmente sometida a varios escándalos. Por un lado, el espionaje de periodistas que investigaban la aplicación. Por otro, el objeto de estas investigaciones, es decir, los vínculos entre la empresa y el poder chino.
Este segundo aspecto es seguramente el más interesante por el profundo impacto que esta popular aplicación de vídeos cortos podría estar teniendo sobre una generación entera de jóvenes en Europa y Estados Unidos. Una aplicación que por cierto ya ha sobrepasado en popularidad a Google y Facebook en 2021, convirtiéndose en el punto de encuentro de referencia de las nuevas generaciones.
Uno de los primeros en llamar la atención de la opinión pública es Tristan Harris, un ex-dirigente de Alphabet, matriz de Google, que dejó la empresa en 2015 después de haber alertado repetidamente de los efectos nocivos que los contenidos online tienen sobre la atención.
En una entrevista en el prestigioso programa de noticias de investigación estadounidense «60 Minutes» de la cadena CBS, Harris explica: «en su versión de TikTok [la china], si tienes menos de 14 años, te muestran experimentos científicos que podéis hacer en casa, visitas a museos, vídeos patrióticos y educativos… Y el tiempo de uso está limitado a cuarenta minutos diarios… Esta no es la versión de TikTok que se exporta… Saben que la tecnología influye en el desarrollo de los jóvenes. Para su mercardo interior, venden un producto empobrecido, mientras que exportan el opio al resto del mundo«.
Y prosigue Harris a propósito de los efectos de la exposición a este tipo de aplicaciones: «hay estudios en China y Estados Unidos que han investigado la carrera que más inspira a los jóvenes para su futuro. ¿La respuesta? En Estados Unidos: influencer. En China: astronauta. Que el tiempo pase sobre algunas generaciones, y ya os puedo decir cómo será el mundo».
Dado que los algoritmos que TikTok y su hermano mayor Douyin (la versión original china) constituyen el corazón del reactor del negocio, están extremadamente bien protegidos por las regulaciones de protección intelectual, lo que dificulta demostrar las afirmaciones de Harris.
Los algoritmos que utiliza la versión de exportación permanecen en propiedad de ByteDance, algo que Estados Unidos no pudo impedir hace un par de años y que obligó a TikTok a convertirse en una empresa estadounidense si quería mantener su acceso a este mercado.
Por su parte, Europa tampoco ha sido capaz, por el momento, de influir sobre los algoritmos que estarían afectando negativamente a la salud mental de los usuarios más enganchados a TikTok.
De hecho, las regulaciones de la Comisión Europea, incluyendo la Ley de Servicios Digitales que entró en vigor hace pocos meses, así como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de 2018, se centran principalmente en la privacidad de los usuarios y la protección frente a contenidos violentos, sexuales o ilegales.
Otra de las preocupaciones de muchos políticos respecto a las redes sociales ha sido su impacto electoral y las campañas de influencia de agentes extranjeros, principalmente rusos. Sin embargo, pocos se han detenido a pensar en los problemas psíquicos que estas redes pueden llegar a causar, especialmente entre los jóvenes.
TikTok es, según apuntan analistas, «adictivo por diseño»: por un lado, propone vídeos extremadamente cortos, entre 15 y 30 segundos, que requieren un mínimo esfuerzo de atención, y, por otro, es ideal para nuestro cerebro, que procesa las imágenes animadas más deprisa que los contenidos escritos.
Por otra parte, la experiencia de TikTok se basa en un infinito goteo de contenidos. El usuario puede pasarse horas y horas avanzando de vídeo en vídeo, y el algoritmo que les propone refina constantemente los siguientes que le aparecerán en la pantalla.
El resultado de este formato sobre los usuarios que pasan más tiempo conectados, y particularmente los más jóvenes, es una disminución de su capacidad de atención, según apuntan los estudios realizados. Algo que ya podría estar influyendo en los desoladores resultados de las pruebas escolares.
TikTok ya ha sobrepasado en popularidad a Google y Facebook en 2021, convirtiéndose en el punto de encuentro de referencia de las nuevas generaciones Share on X