El jueves 4 de mayo en la conocida página de entrevistas de La Vanguardia “La Contra” es entrevistado Juan Carlos Unzué, que fue jugador del FCB entre otros clubs, y que en 2020 le diagnosticaron la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Esta enfermedad degenerativa incurable lleva necesariamente a la muerte por medio de un proceso que va limitando las capacidades del propio cuerpo. Es sin duda una de las enfermedades más terribles por ser el anuncio de una muerte asegurada, percibida además a través del continuado deterioro de la misma persona.
En esta entrevista Unzué explica su desencanto con los políticos y señala que su relación con ellos con motivo de la enfermedad ha sido una de las más decepcionantes de su vida, porque conociendo a los enfermos y sus necesidades, resulta que las ayudas no llegan.
Pero es que por si esto no fuera suficiente, desde el 8 de marzo de 2022 está entrada en la mesa del Congreso una ley que regula las ayudas a los enfermos de ELA por iniciativa de Cs. Cabe decir que en su día, hace más de un año, el plenario aprobó por unanimidad la toma en consideración, necesaria para proceder a su tramitación, con 341 votos a favor y ningún voto en contra ni abstención. Desde entonces la mesa del Congreso, que es quien regula la tramitación de las leyes y que está dominada por el gobierno del PSOE y UP, además de la presidenta Batet también del PSOE, ha aplazado ¡44 veces! su toma en consideración. Es escandaloso, pero es así.
La última ha sido esta semana pasada cuando Cs registró una iniciativa con la que urgían la tramitación de la ley y pedían un posicionamiento en cada partido después de “414 días de parálisis”. Sin embargo, una vez más la mayoría gubernamental se negó a desatascar la tramitación de una ley que no tiene otra finalidad que facilitar una vida digna a los afectados de ELA. Porque la característica común de todos estos enfermos y sus familias no es la de acogerse a una muerte anticipada como pueda ser la eutanasia, sino vivir los años que le quedan con las mejores condiciones posibles. Como decía Unzué en las declaraciones en La Vanguardia: «tenemos ELA y queremos seguir disfrutando de la vida».
Cabe subrayar que en la medida en que la enfermedad avanza, la necesidad de atención personal y de máquinas que ayuden a la vida de la persona, que tienen un importante gasto en electricidad, crece y que no hay nada en el actual sistema nacional de salud que prevea esta circunstancia. Por tanto, se encuentran indefensos ante una enfermedad que les exige más y más gasto. Se produce entonces una terrible discriminación, porque los afectados de ELA de menores ingresos no sólo sufren el estrago de esta terrible enfermedad, sino que deben vivirla en mucho peores condiciones precisamente por la falta de recursos económicos. Y esto es la ley que el gobierno no quiere tramitar.
Y no será porque no haya abusado de su tramitación parlamentaria reduciendo plazos. El es de todos los gobiernos que ha habido en la democracia el que más ha utilizado el recurso del decreto ley y la vía de urgencia. Un ejemplo paradójico y muy doloroso es el de la eutanasia. En plena pandemia Sánchez urgió a aprobar esta ley con la excusa del “buen morir”. Sin embargo, ahora no tiene ningún interés en procurar que haya entre los enfermos de la ELA un buen vivir. De hecho, tampoco es que sea una novedad, porque cuando la tramitación de la ley de la eutanasia, y con posterioridad la aprobación de los subsiguientes presupuestos generales del Estado, el gobierno siempre se ha negado a dedicar más recursos a los servicios de cuidados paliativos a pesar de saber que, con lo que dispone en la actualidad, no pueden atender a las necesidades. Tenemos un gobierno que da más importancia a la muerte que al buen vivir .
Precisamente una película actualmente en cartelera “Plan 75”, del director japonés Chie Hayakawa, relata una reciente distopía en la que la forma de reaccionar, por parte del gobierno, al progresivo envejecimiento de la población es un programa que propone a los más mayores de 75 años una cantidad de dinero y unos cuidados finales para que pongan fin a su propia vida. Es una forma “amable” de decir que sobras en este mundo.
1 comentario. Dejar nuevo
La Eutanasias debe existir es pará los políticos que no hacen y no aprueban leyes que protegen a personas con enfermedades raras degenerativas. Antes de que exista la ley primero debe existir todo tipo de ayuda técnicas y sociales. Que se aplique Eutanasia a los políticos diputados y congresistas por no aprobar y colocar en funcionamiento las ayudas.