A un año de las municipales en Barcelona, las candidaturas no están nada claras. Collboni es a estas alturas el candidato oficial del PSC, pero en realidad todos parecen estar esperando la irrupción de Iceta, repitiendo así la operación “Illa”, pasando de un ministerio a encabezar la lista en unas elecciones, en este caso municipales.
Colau seguirá … si las encuestas le son favorables y no encuentra nada mejor. Dos factores presionan en sentido contrapuesto, los Comuns para que Colau repita, puesto que son conscientes de que no tienen alternativa. Por su parte Colau no está nada dispuesta a ir a unas elecciones y perder, y menos aún de consumir 4 años siendo oposición porque ya sabe por la experiencia de otros como de poco agradecido es este trabajo en el caso del Ayuntamiento.
JxCat tiene el candidato definido. Continuaría Elsa Artadi que presenta una espectacular contradicción. Es una persona de carrera profesional destacada en el desierto político catalán y al mismo tiempo ha vivido todos estos años en el Ayuntamiento en la más total insignificancia, como si no le interesara o como si no supiera hacerlo de otra forma. Queda el interrogante del PP. Bou quiere repetir, pero no está nada claro que la nueva dirección de Madrid comparta ese punto de vista.
Sin embargo, el gran agujero negro está en el intento de cubrir el espacio de centroderecha catalanista. Aquel que quiere heredar el patrimonio electoral de Convergència en el supuesto de que todavía esté vivo y que Artur Mas estropeó.
Es el intento del nuevo partido Centrem, que celebrará su congreso constituyente este mes de mayo bajo el liderazgo de Àngels Chacon y que agrupa a personas procedentes del PDeCAT, La Liga, Libres y Convergentes. Si bien a estas alturas no está nada claro que el PDeCAT ponga toda la carne en la parrilla, y se vierta a jugar todas sus cartas a las elecciones municipales a través de Centrem, que recordémoslo no es una alianza de partidos que pueden continuar su vida al margen, sino de adscripción de personas.
Este hecho facilita que haya candidaturas al margen de Centrem. Una de las grandes cuestiones es el candidato de esta formación en Barcelona, y aquí aparecen siempre dos nombres más una incógnita. Se trata de Santi Vila, ex alcalde de Figueres y exconsejero de la Generalitat, y Sandro Rosell, expresidente del Barça. Lo que ocurre es que este segundo quiere presentarse al margen de toda etiqueta política con una lista encabezada por personas de nombre liderada por él. No sólo eso, sino que sus mensajes rezuman un cierto menosprecio del actual establishment político catalán.
En este sentido, se presentaría no sólo como un centro catalanista, sino como una alternativa radical al actual marasmo político. Y no está nada claro que esta posición ligue con las intenciones de Centrem.
Ahora mismo Rosell intenta que se vincule en su candidatura al mayor de los Mossos d’Esquadra, Joan Lluís Trapero , algo difícil, pero que realmente significaría un fuerte impulso.
Si al final el expresidente del Barça acaba decidiéndose a presentar y supera la prueba de las encuestas, se podría dar la circunstancia de que este espacio central se viera fraccionado con dos posiciones, la de Centrem y la del mismo Rosell que todavía dificultaría más tener un mínimo buen resultado para ambas opciones. Por tanto, si la lógica se impone, ambos deberían pactar buscando recoger el máximo de fuerza. No debería ser imposible y lo que impera es la voluntad de construir una alternativa a la actual situación más allá de siglas y partidismos.