Abundan en estos momentos las recientes encuestas sobre Barcelona. A la del CIS le han seguido la de GAD3, NC Report para La Razón, Ipsos y Sigmados.
Los resultados cogidos al por mayor dan un triplete a quien se disputa el primer puesto, configurado por Trias, Collboni y Colau, y ha quedado descolgado Maragall. A distancia el PP mejora su posición en el Ayuntamiento y el interrogante es si Vox entra o no.
Sin embargo, esta visión al por mayor tiene muchos matices. El primero de ellos es el de la confianza que podemos tener en las empresas encuestadoras. Y aquí existe una referencia clara que es el conocimiento de la calificación de estas encuestas publicada en Electomania que valora el acierto en sus resultados.
Las más fiables desde este punto de vista son GAD3 y Sigmados que ocupan posiciones líderes. Más atrás, pero con una valoración también positiva, la empresa que realiza habitualmente las encuestas para La Razón. Ya por debajo de 5, con un 4,3 Ipsos, la encuestadora que utiliza La Vanguardia. Y en la cola con una baja credibilidad porque solo obtiene un 3,7, el CIS. Por tanto, cuando examinamos una encuesta debemos tener claro el grado de acierto de la empresa encuestadora. Desde este punto de vista los resultados de GAD3 y Sigmados deberían inspirarnos más credibilidad, pero atención porque esto no es la Biblia y de un día para otro se puede producir el error.
En esta ocasión las diferencias entre GAD3 y Sigmados son pequeñas porque la primera le otorga 12 concejales al PSC, 8 a Barcelona en Comú y 8 a Trias. Mientras Sigmados asigna 10 concejales a cada una de las formaciones. Por tanto, la comparación entre estas dos encuestas no nos aclara más que parece muy difícil acertarla. Y es lógico que así sea, porque el nivel de indecisos es muy elevado, el 30%. Y en este colectivo y haciendo caso a las tripas de Ipsos, quien tendría un mejor posicionamiento sería Trias porque lo aprueban un 55% de ese grupo que no tiene decidido el voto. Mientras que a Colau la rechazan un 82%. Desde ese punto de vista Trias debería mejorar sus resultados y Colau en principio descendería en relación con las previsiones.
Si en lugar de fijarnos en las dos encuestas aludidas consideramos el conjunto, veremos que los resultados son los siguientes: PSC entre 10 y 12 concejales, Trias entre 8 y 10, Colau entre 8 y 13, ERC entre 5 y 8 , PP entre 3 y 5, y Vox entre 0 y 4. En estos valores medios opera una fuerte distorsión la encuesta del CIS sobre todo en referencia a los Comunes y al PP. En el primer caso porque le da un resultado extraordinariamente bueno. El CIS de Tezanos ama a Colau y en sentido totalmente contrario al PP.
Por tanto, si descartamos esta encuesta y usamos sólo las otras cuatro nos encontraríamos con un abanico en el que el PSC obtiene entre 10 y 12 escaños con mayores probabilidades 11, y Trias entre 8 y 10 con mayores probabilidades 10, ERC entre 5 y 8 con mayores probabilidades 7, el PP entre 3 y 5 con probabilidades 4, y Vox que es el gran enigma porque no está del todo claro que pueda superar el 5%, si lo hiciera al menos se garantizaría 2 escaños.
A esta evaluación debe añadirse el margen de error calculado de las mismas encuestas que depende básicamente del tamaño de la muestra. Con 1000 entrevistas como dimensión de la muestra, el margen de error se sitúa en un +/-3%. Y como los que van a la cabeza presentan diferencias inferiores a esa magnitud, la conclusión es que es imposible determinar quién puede ser el primero .
Hagamos un ejemplo para aclararlo. Según la encuesta de La Vanguardia de Ipsos, el PSC sacaría el 22% de los votos y JxCat el 21,6%. Pues bien, con este margen de error, asignándole sólo la mitad de la desviación posible el PSC podría quedar en un 20,5 y JxCat llegar al 23%, dando la vuelta al resultado sin que eso implicara que la encuesta se habría equivocado. Sólo el resultado se mueve en el margen de error. Y esto también puede ocurrir evidentemente con todos los demás, empezando por Colau que puede verse favorecido su resultado en la medida en que la participación sea baja. De momento parece serlo, un 54%, según Ipsos, cuando en las anteriores elecciones votó el 66,2%. Si los ciudadanos se deciden a ir a votar con una proporción normal, Colau puede ver reducido su resultado y quedarse, por ejemplo, con 8 escaños a lo sumo. Naturalmente, esto también afecta a Vox porque si está en el umbral del 5%, es evidente que puede entrar obteniendo 3 concejales y esto estaría dentro del margen de error de las encuestas. En este escenario la previsión es que si la participación aumenta, las posibilidades de que Trias gane son altas y a la inversa, las de Colau se verían reducidas.
El escenario está claro. Será en primer término, la participación y después, en la medida en que se vayan decantando los indecisos, serán quienes darán la victoria. Si se logra un clima de participación, Trias puede ganar. Si se asocia el PSC a Sánchez, en mayor medida que la actual y también se tiene presente su responsabilidad en el gobierno de Colau, Collboni puede ver mermadas sus posibilidades. Y finalmente Colau sólo tiene opciones si vota la mitad o algo más del electorado y la gente, por tanto, se queda en casa.