En página entera y con fondos de color violeta, el Ministerio de Igualdad publica un anuncio que describe exactamente la penosa situación de degradación moral del país y de los que nos gobiernan. Empieza así:
“Con
SENTIDO:
Si està muy borracha o dormida,
no puede consentir”
Es decir, el gobierno advierte a los ciudadanos que si la mujer no es suficientemente consciente, no te la puedes llevar a la cama y tener relaciones. Si se ven en necesidad de hacer este tipo de advertencias, significa que consideran que existe un problema social muy extendido en el que los hombres se aprovechan de estas situaciones y practican, sea como sea, el “aquí te pillo, aquí te mato”. El corolario del anuncio es:
“MARCA LA DIFERENCIA ENTRE UN SEXO SIN SENTIDO Y UN SEXO ConSENTIDO”.
La moralidad en cuestión: Publicidad institucional y sus implicaciones
Es un indicador claro de cómo el gobierno ve a la sociedad y también de cuál es su ideología. Considera que se pueden sexualizar las relaciones sin límites, pero que en un momento concreto, según sea la circunstancia, debe pasarse de 100 a 0.
Es un tipo de moral totalmente aislada del contexto. Te dicen: déjate llevar por la pasión, utiliza todos los estímulos sexuales que hagan falta, sexualiza la relación aunque sea fugaz. Empieza ya en la escuela enseñando al niño, que no tiene conciencia de su identidad sexual, y al adolescente, que tiene, pero desordenada, a creer que la sexualidad no tiene límites si ambos están de acuerdo.
Evita integrar todo esto en un conjunto de deberes; no integres la sexualidad en la maduración afectivosexual ni consideres el acto sexual como corolario de un compromiso, sino sólo como concreción de un impulso momentáneo. Olvídate del autocontrol y, por tanto, del respeto. No limites tus oportunidades de relación sexual por ninguna razón. Ahora, eso sí, todo consentido.
El problema es que este tipo de filosofía moral del sexo es falsa porque, cuando se crea contexto, cuando el motor del deseo se pone en marcha, y cuando se mezclan estímulos como el uso generalizado de la pornografía, el alcohol y las drogas, poner como límite en un momento determinado el consentimiento puede convertirse en una trampa terrible.
Cifras alarmantes: El crecimiento de las agresiones sexuales en 2023
Y la mejor constatación de todo esto, la más objetiva, son, como casi siempre, las cifras.
En el 2023, según el informe anual del Ministerio del Interior, se produjeron 19.013 agresiones y violencias sexuales, con el agravante de que casi la mitad (49%) fueron a menores de 17 años que, recordémoslo, no son ni mucho menos la mitad de la población y, por tanto, la prevalencia de esta violencia sexual es mucho mayor en los menores, sobre todo en las chicas de 14 a 17 años, que son el primer grupo de riesgo a pesar de estar protegidas por el gobierno. En 2013 ese mismo tipo de delito significó 8.923 denuncias. Se han doblado más en una década. Es un ritmo pavoroso que ejemplifica muy bien lo que explicábamos con motivo del anuncio.
El fracaso de una cultura moral
Vivimos con aceptación mesella el fracaso clamoroso de una cultura moral y de una ideología política llevada a cabo por gente carente de principios morales, que es la que nos gobierna.
Perdidos los cimientos de la cultura moral cristiana, el dique de contención histórico para encauzar las pasiones humanas ha desaparecido. Además, las políticas que se realizan tienden todavía a acentuar el problema. La pregunta es obligada: ¿cuál es el destino de una sociedad dominada por las pasiones?