Illa lo ha vuelto a reiterar, el 70% de la población estará vacunada en verano. Entendamos bien la expresión, no significa el comienzo del verano, en el mes de junio, sino el 30 de agosto cuando la temporada estará liquidada.
En realidad a principios de junio, si se cumpliera la previsión del 70%, como mucho se habría vacunado el 45% de la población, y por tanto estaríamos todavía lejos de la inmunidad de grupo. Haría falta 3 meses más para alcanzarla, los de verano. Este hecho ya nos dice que incluso con la previsión oficial, las vacaciones no se podrán normalizar por completo, aunque las condiciones serían claramente mejores que las actuales.
Pero es que el problema real radica en que se alcance el ritmo de vacunación para cumplir con las cifras apuntadas más arriba. Para que fuera así se habrían de aplicar 55.000 vacunas al día, 7 días a la semana, sin ningún festivo. Y esto, además, considerando que una parte de estas vacunas, digamos una tercera parte, serán de una sola dosis. Haciéndolo así podría alcanzar la cifra objetivo del 70% de población en 200 días a contar desde el 12 de febrero.
Pero no está demostrada la capacidad de realizar ese elevado número de vacunaciones diarias. Las puntas máximas que se han alcanzado están alrededor o sobrepasan por poco las 30.000. Todo ello con un hecho agravante. Cada dos días que pasan desde la fecha de 12 de febrero se dejan de vacunar 110.000 dosis, de las que hay que restar las que realmente se han inyectado. Y con las cifras actuales esto significa que cada 3 días de retraso (por lo tanto, el próximo lunes) ya se habrán perdido 2 días, que habrá que ir añadiendo al 30 de agosto, o incrementar aún más las 55.000 dosis diarias.
Dado que aún no ha comenzado la vacunación general y que se están haciendo los grupos más localizables, que no requieren una logística compleja, es notorio pensar que, o bien la Generalitat hace un esfuerzo extraordinario, o la vacunación no habrá alcanzado la cifra que promete Illa ni de lejos.