Es bien sabido que los virus en general ( https://theconversation.com/guia-para-entenderlos-mutantes-y-las-variantes-del-sars-cov-2-156698), y los coronavirus en particular, tienen una gran facilidad para mutar y cambiar partes de su caracterización biológica. Los coronavirus esta facilidad la tienen en un grado extremo y alcanzan una gran adaptación a los distintos ambientes. Hoy en día se conoce y se sigue muy bien su evolución, tanto como la de otras enfermedades contagiosas mucho más antiguas como la gripe y el SIDA. En el mundo se calcula que han habido casi 500 millones de casos de coronavirus y más de 6 millones de defunciones, lo que señalaría una mortalidad claramente por encima del 1%. Por tanto, la Covid-19 en todas sus variantes no se puede decir que sea un adversario poco letal.
Ahora han llegado una serie de nuevas variantes del SARS-CoV-2 que son bautizadas por la letra X y la letra del abecedario correspondiente de la A a la S. Son variantes que proceden de recombinar otras cepas ya conocidas y que dan lugar a nuevos virus que presentan características distintas.
Las variantes que tienen más interés en este momento son las denominadas XD, XE y la XF, detectadas sobre todo en Francia, Dinamarca y Reino Unido. Las tres incorporan material del ómicron y de la anterior variante delta. Los datos disponibles señalan que estas variantes podrían ser más transmisibles que las anteriores en una proporción todavía no bien descrita, pero que seguramente se situaría o superaría el orden del 10%. Lo que ya no está claro es si pueden ser más virulentas o no. La idea general es que sean más leves porque las variaciones del virus que permiten una mayor transmisión son aquellas que garantizan mejor la vida del ser infectado. Éste en principio es el criterio general, pero obviamente no hay nada seguro.
Lo que está claro es que de las tres X identificadas, dos de ellas, la XE y la XF, todavía no han establecido la relevancia suficiente para que el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y el estadounidense (CTC) las hayan clasificado como variantes en seguimiento. Sólo la XD corresponde a esta categoría junto a la ómicron BA.3. Cabe recordar que en la clasificación de estos centros de control existe un nivel superior, que es la denominada variante de interés donde están situadas la ómicron BA.4 y la BA.5. El nivel más alto corresponde a las variantes de preocupación en las que actualmente se encuentra la Delta y las cepas ómicron BA.1 y BA.2.
Por tanto, podemos constatar que los nuevos coronavirus que han entrado en juego por el momento no despiertan una gran preocupación en los organismos dedicados a la prevención de enfermedades, lo que confirma que la Organización Mundial de la Salud (OMS) también incluya solo la variante XD, entre las clasificadas como de seguimiento. De paso vale la pena constatar que no todo a lo que le llamamos ómicron tiene la misma efectividad y agresividad, como podemos constatar de la mencionada clasificación, porque dos de sus cepas, la reseñada BA.1 y BA.2 ocupan el nivel más alto, es decir, las que corresponden a la calificación de preocupantes.
Si estas informaciones se terminan correspondiendo con la realidad, la supresión de barreras podría dar lugar a un aumento del número de contagios, por este hecho y por la variante XD. Sin embargo, en principio no una mayor letalidad. En todo caso la pandemia ha enseñado, para quien ha querido aprenderlo, que no hay que confiar nunca en la mejor hipótesis.