No es la corrupción, es el odio a Sánchez según el exministro Manuel Castells (y II)

Señalábamos en el artículo anterior la realidad de las tres primeras razones que apuntaba el exministro Castells como grandes aportaciones del Gobierno Sánchez: la mejora de los salarios, de las pensiones y el avance en el feminismo y los derechos LGTBI.

Pero Castells aduce muchas más, y lo hace sin el más mínimo rubor.

4- Transición ecológica hacia un modelo sostenible

Señala como gran mejora la transición ecológica hacia un modelo sostenible, y lo dice después del desastre del “cero eléctrico” del 28 de abril. Desde aquella fecha, y para evitar nuevas bromas pesadas con las renovables, consumimos más gas que nunca. Lo que empezó como un “escudo protector” —más electricidad producida por centrales de ciclo combinado— ha quedado definitivamente asentado, por el temor a que un excesivo aporte de las renovables (excepto la hidráulica) pueda volver a generar problemas. En mayo, el aporte de estas centrales fue un 68 % superior al del mismo mes del año pasado. Tenemos mucha energía renovable, sí, pero producida sin condiciones de estabilidad, y por eso una buena parte de ella se pierde porque no se conecta a la red.

Lo que sí es exacto es que España ha logrado reducir de forma sostenida su huella de carbono en la última década, situándose en 2023 en los niveles más bajos desde 1990, gracias a un cambio estructural hacia energías limpias, mayor eficiencia y la creciente extensión de superficies forestales. Ahora esta evolución positiva puede verse alterada por la crisis en el modelo de energías renovables.

5- Reconocimiento del carácter plurinacional de España

Es otra de las razones que aduce Castells. Pero esto, primero, no es visto por todos como una virtud; y segundo, visto desde Cataluña —y dejando al margen los aspectos tan importantes de los indultos y la amnistía, que no tienen nada que ver con la plurinacionalidad—, lo que ha habido ha sido más gestos que resultados tangibles.

Quizás el más visible es la posibilidad de usar las otras lenguas que no son el castellano en el Congreso (por cierto, algo que solo aplica Junts), pero el resto son largos e interminables procesos negociadores y firma de acuerdos con mucha prosopopeya, pero escaso contenido. No ha habido nada sustancial en materia tangible, a pesar de la dependencia de Sánchez de los votos nacionalistas.

Algo más en el País Vasco, sobre todo si ahora cierra la negociación sobre competencias tan importantes como la Seguridad Social, pero muy poco para Cataluña y prácticamente nada en Galicia.

6- Recuperación de la memoria histórica

Es señalada por Castells como otro gran hito… de la perversión histórica, porque es en todo caso la memoria de unos —los perdedores de la Guerra Civil—, en un ejercicio que ha destruido el esfuerzo realizado durante la Transición y ha contribuido a la polarización extrema y a la descalificación del sistema en la práctica política. Sánchez ha jugado a enfrentar a unos con otros para mantener a los suyos encerrados en su redil. Se ha plantado una simiente mala, cuyas consecuencias están por verse: la memoria histórica que elogia Castells ha significado la división del país entre “buenos” y “malos”. Si esto es un mérito…

7- Política internacional anclada en el europeísmo

Esto no es una singularidad de Sánchez. Desde su incorporación, España —como gobierno y como sociedad— ha sido de los países más europeístas del conjunto de la UE. Lo que sí puede señalarse como excepción ventajosa en el campo europeo, junto con sus buenas relaciones con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, es su acción decisiva en el acuerdo sobre los fondos europeos Next Generation, que ha situado a España, junto con Italia, en una de las mejores posiciones. Lástima que, a la hora de aprovechar este ingente nuevo “Plan Marshall”, hayamos pinchado en hueso por las ineficiencias del propio Gobierno de Sánchez.

8- Defensora de los derechos humanos y la paz, enfrentado al “Estado genocida” de Israel y al extremismo de Trump

Literal, y utilizando el mismo lenguaje de Castells. Esto es exacto: con idas y venidas, el gobierno de España es el que con mayor dureza ha tratado a Israel en el seno de la UE, aunque con escasos resultados, por el peso decreciente —y ahora ya muy mermado por los escándalos de corrupción— que el presidente español tiene en el juego de fuerzas interno de la Unión.

En relación con Trump, fue un socio díscolo al afirmar que no gastaría más del 2,1 % en defensa (tampoco podía hacer mucho más con los socios que tiene), pero como subrayó con realismo Meloni: “Ha firmado el mismo texto que yo”. O sea que sí, pero menos.

9- Crecimiento económico por encima de la media europea

Exacto, el PIB crece bastante más. Pero el problema es que la renta per cápita —lo que realmente afecta a nuestras condiciones de vida— lo hace mucho menos, de manera que no convergemos en renta con la UE. Estamos anclados en el 92 %, y esto se debe, en gran medida, a que el aumento del PIB español es consecuencia de una inyección masiva de mano de obra inmigrante de baja productividad, que tiene como contrapartida provocar tensiones en distintos ámbitos hasta constituir un problema. Es bien extraño que Castells, que es sociólogo, no considere todos estos aspectos y se limite a mirar un dato como el PIB, dejándose en el tintero todo lo demás: precisamente, todo lo que realmente importa en la vida de la gente.

10- Generando más ocupación que nunca

También es cierto, pero con tres consideraciones que ensombrecen el panorama:

    1. La mayor parte de la ocupación creada ha sido ocupada por extranjeros.
    2. Eso señala que la estructura económica continúa alimentando las actividades de baja productividad, que son las que mayoritariamente ocupan los inmigrantes.
    3. El agujero negro nunca explicado por Yolanda Díaz: cuántos son los fijos discontinuos que no trabajan y cobran del paro, y qué efectos reales deberían computar como ocupados.

Estas son las causas de los feroces ataques a España, porque en España, según Castells, siempre ha gobernado la derecha. Lástima que las cifras digan otra cosa: el PSOE ha gobernado 28 años, y el PP prácticamente solo la mitad, 15 años. España, en su administración actual, está hecha —para lo bueno y lo malo— por la matriz socialista. ¿Cómo es posible que todo un doctor universitario tan renombrado como Castells quiera ignorar esta evidencia?

Su tesis es que la corrupción que existe es menor que la de Felipe González —a quien él apoyó encarecidamente en su momento— y la de CDC. Pero que la causa de los ataques realmente no es esa, sino aquellos magníficos diez logros. Seguro que habrá gente que se lo comprará. Los que asumimos la realidad, por descontado que no.

El PIB crece, pero seguimos estancados en renta per cápita. ¿De qué sirve crecer si no mejora tu vida? #Economía #PIB #RentaPerCápita #GobiernoSánchez Compartir en X

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