El Islam en Cataluña. Muchos más de los que dice la Generalitat

¿Cuál es la población musulmana en Cataluña? Si nos atenemos a los datos que proporciona el CEO, podemos constatar que la sitúa entre el 1,5 y el 2% de la población . Serían muy pocos. Pero es que realmente esta cifra está muy lejos de la realidad.

Podemos encontrar una información más exacta en los informes anuales «Estudio demográfico de la población musulmana» que hace la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). De acuerdo con estos datos, en Cataluña había en 2019 más de medio millón de musulmanes, 564.055 . De estos, 204.172 eran españoles y no se trata tanto de conversos, que prácticamente no figuran en la relación, como de hijos y nietos de población musulmana ya asentada, y en mucha menor medida de musulmanes emigrados de Ceuta y Melilla.

Por lo tanto, se puede constatar que hay un crecimiento autónomo fruto de una tasa de natalidad más elevada que hace que esta componente de musulmanes españoles crezca año tras año. El aumento registrado, según la fuente indicada, fue muy importante entre 2011 y 2015, fecha en la que creció un 19.5%. Con posterioridad, y hasta 2019, el crecimiento se ha ido ralentizando porque las defunciones y la migración a otros países de Europa han nivelado bastante las nuevas llegadas, fruto seguramente de la crisis. Otra idea de esa dinámica de evolución es el número de centros de culto. En 2004 había 139 y ahora son cerca de 800 (796).

En términos relativos, por lo tanto, la población musulmana en el 2019 significaba entre el 7,5 y el 8% de la población catalana.

En una perspectiva de futuro, la parte de crecimiento autóctono de los musulmanes tendrá cada vez más peso en relación con el crecimiento vegetativo catalán, porque tienen un número de hijos por mujer claramente superior, y la inmigración permanece en la incertidumbre de las oportunidades de trabajo que se puedan producir y también de la evolución de los países de origen. En primer término Marruecos que es quien aporta con diferencia un mayor número de personas.

La idea de una ocupación musulmana no es ni mucho menos evidente por las cifras, pero sí está claro que su peso tiende a ser cada vez más determinante en una población que, como la catalana, es de demografía muy débil y cada vez más envejecida.

La distribución por provincias da una imagen diferente de aquella media para Tarragona, Lleida y Girona superan claramente el 10% de la población. De hecho, junto con Castellón y Murcia, son los lugares de España donde hay un mayor porcentaje de musulmanes.

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