Hoy en día, el Imperio global domina a los pueblos mediante la promoción del vicio. Por eso nadie se explica cómo la ideología de género, la hipersexualización y las políticas LGTBI dominan las noticias y penetran hasta la escuela y el municipio más pequeño de nuestro y de todos los pueblos del mundo.
Catalunya, después de alcanzar la mayor grandeza siendo un pueblo observador y alabador de Dios (lo que coincidió con el dominio catalán del Mediterráneo), es hoy posiblemente la más vanguardista colonia del imperio global.
Sólo hace falta cargarse la moral de una sociedad para dominarla.
El Cristianismo se cargó ‘de facto’ y en pocos siglos prácticas aberrantes como el esclavismo o el racismo (‘todos somos hijos de Dios’). En cambio, a partir de la Ilustración (y sobre todo de la mal llamada Revolución ‘Francesa’), se ha promovido el vicio para destruir la cultura cristiana y, con ello, dominar a la sociedad por medio del pecado. El pecado encadena, y ningún pueblo puede ser libre si está formado por esclavos. En efecto, Francia y Catalunya son hoy en día dos sociedades decadentes.
San Agustín vino a decirnos que ‘un hombre es libre en tanto que tiene moral’. La ley moral, de hecho, podemos pensar que es una de las grandes ‘pruebas’ de la existencia de Dios: ¿cómo puede haber una ley UNIVERSAL tan bien grabada en los corazones de los hombres, sin haber un orden y un Creador ? Ningún ateo puede responder a esta afirmación.
Por tanto, el ser humano, como ser racional, está obligado a seguir la ‘razón práctica’, término que Kant utilizaba para referirse a la moral.
Es siguiendo estos grandes sabios y los pasos de nuestros antepasados que nuestro pueblo realmente podrá reencontrarse y ser fuerte y vigoroso de nuevo.
Por tanto, el ser humano, como ser racional, está obligado a seguir la 'razón práctica', término que Kant utilizaba para referirse a la moral Share on X