Si las imputaciones que existen resultaran ciertas, lo que está por confirmar, estaríamos, no ante tres improbables “solitarios aprovechados”, sino en un entramado de poder que tiene como eje a Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno desde 2018 y líder del PSOE, que involucraría a colaboradores cercanos, familiares y redes de influencia.
Ábalos y Cerdán
Entre sus aliados destacan José Luis Ábalos (Ministro de Transportes 2018–2021 y secretario de Organización del PSOE hasta 2021) y Santos Cerdán (secretario de Organización 2021–2025). Ábalos fue clave en los primeros años, mientras que Cerdán, hombre de máxima confianza de Sánchez, asumió el control del partido tras la salida de Ábalos. Ambos están investigados por corrupción, lo que hace plausible la implicación de la cúpula del PSOE en estas tramas.
Koldo García
Koldo García Izaguirre, conocido como “Koldo”, ex escolta y asesor de Ábalos, es un operador central en una red de presuntas comisiones ilegales vinculadas a contratos públicos durante la pandemia. Aprovechó sus conexiones con altos cargos del Gobierno y el PSOE para obtener adjudicaciones a empresas afines a cambio de pagos en efectivo. Koldo multiplicó su patrimonio, adquiriendo tres pisos en Benidorm (2020–2022) y ocultando bienes a través de terceros.
Víctor de Aldama
Víctor de Aldama, empresario y expresidente del Zamora CF, está vinculado a la trama de Koldo y Ábalos. Investigado como comisionista en contratos de mascarillas por 54 millones de euros, la Guardia Civil lo señala como parte de una “organización criminal”. También actuó como intermediario con el régimen venezolano, conectando los ámbitos económico e internacional. Su detención y prisión preventiva han revelado flujos de dinero ilícito. El hecho de que la justicia avalara su libertad provisional substituyendo la prisión preventiva a cambio de informaciones sobre presuntos delitos, situa la importancia de su testimonio.
Begoña Gómez
Begoña Gómez, esposa de Sánchez, enfrenta investigaciones por presunto tráfico de influencias y corrupción. Habría facilitado contratos a empresarios cercanos, como Juan Carlos Barrabés, cuya cátedra en la Universidad Complutense y empresas obtuvieron numerosos contratos públicos de ministerios como Economía o Transportes. La investigación sigue activa, con intervención de la Fiscalía Europea por fondos Next Generation. Barrabés está imputado por posibles irregularidades en concursos.
José Luis Rodríguez Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente, ejerce influencia como consejero informal y emisario internacional, especialmente con Venezuela. Cercano a Sánchez, ha mediado con figuras como Delcy Rodríguez y legitima decisiones del Gobierno, conectando la política interna con redes internacionales.
Estas figuras —Sánchez, Ábalos, Cerdán, Koldo, Aldama, Gómez y Zapatero— formarían el núcleo del modelo de poder en el pasado, articulando política, negocios y familia.
Del sistema saltó Aldama al beneficiarse de su colaboración con la justicia, y está por ver que sucede con las declaraciones de Koldo y Ábalos. El caso de Cerdán parece distinto porque el abogado defensor que ha escogido, Benet Salellas, es más propicio a una línea de defensa de ruptura y cuestionamiento.
Redes empresariales y contratos públicos
El entramado se caracterizaría por redes clientelares que se benefician de contratos públicos mediante tráfico de influencias.
El caso Koldo (Operación Delorme) es emblemático: Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L. (SGAE, S.L.) obtuvo ocho contratos de mascarillas por 54 millones de euros durante la pandemia, con 17 millones en beneficios. Los contratos, adjudicados sin licitación por Interior, Sanidad, Transportes, Canarias y Baleares, fueron gestionados por una empresa sin experiencia sanitaria. Los fondos se movieron a sociedades opacas en Luxemburgo y Brasil. Koldo y Aldama, según la UCO, facilitaron estas adjudicaciones a cambio de comisiones.
La trama se extendió a contratos de obra pública, con “mordidas” en adjudicaciones amañadas.
Un informe de la UCO de junio de 2025 implica a Cerdán en la gestión de 620.000 euros en pagos ilícitos. La magnitud de los contratos (cientos de millones) frente a las comisiones (menos de 1,5 millones) sugiere un esquema de financiación partidaria tipo “3%”, con Cerdán, Koldo y Aldama como intermediarios, cobrando una pequeña parte, la que ahora va apareciendo de la “mordida” total. La participación de Cerdán en una empresa navarra mediante un documento de venta privado, que ha gozado de contratos desproporcionados a su dimensión refuerza esta hipótesis, aunque sigue siendo especulativa.
Begoña Gómez y Juan Carlos Barrabés forman otra red.
Barrabés, emprendedor digital, multiplicó contratos públicos tras colaborar con Gómez. Entre 2015 y 2024, sus empresas (Innova Next, The Valley) acumularon 99 contratos por 2,5 millones de euros, el 90% tras 2018, muchos avalados por recomendaciones de Gómez. La Fiscalía Europea investiga manipulación en estos concursos, imputando a Barrabés.
Operaciones de rescate financiero también levantan sospechas. El rescate de Plus Ultra (53 millones en 2021) benefició a una aerolínea con accionistas venezolanos cercanos al chavismo, representando solo el 1% del tráfico aéreo español. Duro Felguera, con deudas de un contrato venezolano, recibió 120 millones de SEPI. Estas decisiones sugieren motivaciones geopolíticas vinculadas a Venezuela, integrando empresarios afines al poder político y tienen, siempre como teoría, el trasfondo de la persona de Rodríguez Zapatero.
Articulación política, medios e instituciones
El sistema de poder se sostiene en la estructura del PSOE, instituciones públicas y medios. La secretaría de Organización (Ábalos, luego Cerdán) distribuyó cuotas de poder y recursos, colocando afines en puestos clave y canalizando comisiones. Cerdán, antes de dimitir en 2025, era la “mano derecha” de Sánchez y aparece en la Operación Delorme, sugiriendo que el PSOE fue instrumentalizado para sostener la red.
En instituciones, el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General en 2020 generó críticas por posible conflicto de interés. La Fiscalía, bajo su dirección, intentó archivar la denuncia contra Begoña Gómez y se opuso a investigar a Ábalos en el Delcygate. Aunque los tribunales archivaron este caso, la percepción de protección institucional persiste y se acentúa con el actual y procesado Fiscal General del Estado encumbrado por Dolores Delgado.
Los medios afines han minimizado los escándalos. La presencia de Aldama en el Delcygate, revelada por la ONIF en 2024, no fue cubierta inicialmente por la prensa. Cambios en RTVE y relaciones con cadenas privadas han alineado la narrativa mediática con el Gobierno. Medios independientes como El Confidencial han destapado tramas, pero el relato dominante en televisiones y medios afines presenta los casos como aislados.
Zapatero refuerza el modelo como validador político. Defiende a Sánchez, participa en congresos del PSOE y conecta generaciones del partido, neutralizando disidencias. Su respaldo a iniciativas internacionales, como diálogos con Venezuela, encuentra eco en el Gobierno, consolidando una red de poder con pocos contrapesos entre 2018 y 2025, que se extiende posiblemente a las relaciones con China.
Un capítulo específico es el de la intervención de los medios de comunicación, que por su importancia merece tratamiento a aparte.
Una estructura entre política, negocios y medios: ¿Cómo se sostuvo el poder entre 2018 y 2025? #Sánchez #PSOE #CorrupciónPolítica Compartir en X
Cargando ...
