El Gobierno y todos los partidos políticos no pueden abordar el anteproyecto de presupuesto, incluido el techo de gasto y su debate en la cámara, sin prever el impacto del coronavirus. De lo contrario, se incurrirá en una ficción que castigará el déficit y la deuda española, que ya es peligrosamente alto.
A estas alturas ya queda claro que como mínimo China sufrirá una pérdida importante en su actividad económica. De hecho, el impacto que está teniendo en aquella sociedad es el mayor registrado por un problema sanitario en la China contemporánea. Y este país representa el 20% del PIB mundial. La consecuencia es evidente y ya se hace patente en la actividad económica europea y de nuestro país. Por ejemplo: el sector porcino, uno de los más importantes del ámbito agrario y uno de los pocos que iba bien gracias a las exportaciones a China, ve congelada en el sentido más literal del término su actividad comercial porque la carne dedicada a la exportación se acumula en las cámaras frigoríficas a la espera de poder ser consumida en ese país. Evidentemente, otro sector que quedará afectado será el del turismo.
Pero no se trata sólo del efecto chino. La rápida propagación de la epidemia en el norte de Italia, de una manera que aún se desconoce cómo ha podido ser, impacta sobre un territorio que representa más del 30% de la producción italiana y tiene muchas posibilidades de extenderse a la mayor parte del país. Ya hay reacciones que tienden a restringir el libre paso de personas, como es el caso de Austria en relación con Italia. Si los casos observados en otros lugares, como Francia y Alemania, se multiplican y se extienden a países como España, donde el impacto es todavía anecdótico, es evidente que las dificultades económicas se multiplicarán.
No es un dato menor que la bolsa, que hasta ahora se había mantenido impasible ante este hecho, registró el día 24 una caída espectacular. En el caso del Ibex han sido 4 puntos de una sola tacada y no está claro que no continúe el descenso. Es un hecho que las bolsas siempre sobreactúan, pero también lo es que constituyen un indicador de las percepciones y perspectivas económicas, y esto es mucho en una economía de mercado porque condiciona el comportamiento de los agentes económicos.
En resumen, El coronavirus afectará al PIB. España no crecerá al ritmo previsto para 2020 Share on X
Y la cuestión que debería oficializar el gobierno es cuántas décimas reduce esta valoración y como reajusta en consecuencia las perspectivas de ingresos y gastos.