Centrados, como es lógico, en las elecciones del 23J no se presta demasiada atención con la serie de encuestas de los distintos países de Europa que señalan que los partidos de derecha y extrema derecha están consiguiendo o manteniendo donde la tenían la hegemonía electoral, y éste es un hecho insólito.
En nuestro país vecino, Portugal, el partido socialista que gobierna con mayoría absoluta, registra un fuerte bajón y queda muy lejos de ella, 71 escaños sobre 116 que significa aquella gran mayoría. Seguido de cerca por su contrincante de centroderecha, el PSD, que forma parte del grupo popular europeo a sólo 2 escaños de distancia. Esto en algunas encuestas. En otras lo dan como ganador. Chega, un partido similar a Vox, es la tercera fuerza, 35 escaños. Los liberales la cuarta y para llegar al Bloque de izquierdas debemos retroceder hasta la quinta posición y 19 escaños, eso sí, el partido comunista portugués, prácticamente el único que mantiene representación electoral en Europa, se mantiene presente con 5 diputados. Por tanto, el giro de este país hacia la derecha es muy evidente.
En Polonia, donde gobierna desde hace años con éxito, sigue quedando como ganador el gubernamental Ley y Justicia con el 37% de los votos, claramente por delante de la gran coalición alternativa, la Plataforma Cívica con el 30% de los votos. El PIS más la confederación, un partido de derecha extrema y nacionalista, logran ellos solos el 51% de los votos.
En Italia las encuestan siguen sonriendo a Fratelli de Italia ya su líder Meloni cuyos resultados rozan el 30%, a 10 puntos de distancia de su competidor de izquierdas, el Partido Democrático. Junto a la Liga y Forza Italia llegan al 45% de los votos y eso en el marco del sistema electoral de ese país que les da claras mayorías.
En Austria, en ese momento la primera fuerza es el partido de derecha extrema (28%) mientras que el clásico de derechas, el partido popular austríaco, se sitúa en tercera posición (21%). Mientras el partido social demócrata queda lejos de toda aspiración de gobernar con sólo el 25% de los votos.
Pero seguramente donde está el cambio más importante es en Alemania donde las encuestas sitúan como segunda fuerza a Alternativa por Alemania sobre la que de momento recae un “cordón sanitario”. La democracia cristiana alcanza el 25,5% de los votos. Mientras la alternativa llega al 21% y deja por detrás a la socialdemocracia con el 19% de los votos. En Alemania pueden ocurrir cosas muy importantes en el futuro inmediato. Lo que significaría un trastorno decisivo para el escenario político de la UE.
En Francia las encuestas para las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se regirán por el sistema electoral proporcional común a toda la Unión, y no por la doble vuelta específica de Francia, otorgan al reagrupamiento de Le Pen el primer puesto mientras que el de Macron se ubica en segunda posición. Sin embargo, esta no sería la primera vez que la extrema derecha gana las elecciones europeas en aquel país, lo que pasa es que la doble vuelta francesa y el pacto republicano cada vez más débil lamina mucho la representación parlamentaria de los seguidores de Le Pen.
El último golpe se registra en Holanda, la dimisión del incombustible primer ministro Rutte sitúa a las encuestas en una fase ya de víspera electoral. Éstas confirman la preeminencia de un partido nuevo, la alianza entre el mundo rural y ciudadano, que es una reacción conservadora nacida sobre todo de las medidas para limitar la agricultura y la ganadería en este país, pero que incorpora muchos otros elementos de la galaxia conservadora.
Las últimas encuestas sitúan al BBB el primer puesto con 27 escaños. Son muchos porque es necesario recordar que se trata de un parlamento habitualmente muy fragmentado, que previsiblemente contará con la presidencia de 17 partidos y con una mayoría absoluta que se sitúa en 75 escaños. Por tanto, el BBB se convierte en una pieza decisiva.
Le siguen los liberales conservadores del partido de Rutte con 20 y ahí quedan configuradas las dos principales fuerzas, ambas en el espectro de la derecha. A la izquierda hay 4 partidos, el más importante la versión verde holandesa con 14 escaños, el partido social demócrata con 11, y por tanto muy lejos de su situación de hegemonía histórica, y con un doble empate a 10 otro partido verde pero más animalista y de izquierdas el PVVB y el D66 que son los liberales de izquierdas. Pero todo esto sumado al partido socialista que saca 8 escaños queda lejos de llegar a la mayoría absoluta. Por el lado de la derecha los dos partidos de aspiración cristiana logran en conjunto 10 escaños y el partido conservador, JA21, 7, pero el más remarcable es PVV del nacionalismo holandés alcanza 14. Por tanto,
La radiografía en definitiva está clara. Si a este hecho se le añade la previsible victoria de Feijóo en España, el decantamiento europeo será extraordinario. Entre ahora y 1 año, y seguramente las elecciones europeas de mayo de 2024, darán fe. En este conjunto Catalunya queda como singularidad porque aquí la hegemonía estará en manos de socialistas y de la progresía de poder y ERC.