La disminución del estrés y la mejora de la salud mental, ambos procesos relacionados con los espacios verdes, podrían explicar por qué.
Reducción del riesgo de obesidad, mejora de la atención infantil, ralentización del declive físico durante el envejecimiento… Son muchos los beneficios que se han relacionado con el hecho de vivir cerca de espacios verdes. Por primera vez, un estudio liderado conjuntamente por la Universidad de Bergen y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”, apunta también al retraso en la aparición de la menopausia en mujeres.
Publicada en la revista Environment International, la investigación se basa en los datos de 1.955 mujeres participantes en el Estudio Europeo de Salud Respiratoria (ECRHS, por sus siglas en inglés) y pertenecientes a nueve países distintos (España, Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Estonia, Islandia y Noruega).
La menopausia, un indicador de salud
“La menopausia es un marcador de salud y puede relacionarse tanto con patologías fisiológicas como mentales”, asegura Payam Dadvand, coordinador del estudio e investigador de ISGlobal. De hecho, a edades tardías, este fenómeno natural se ha asociado con la supervivencia general, la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad. “De confirmarse, los resultados de nuestra investigación se añadirían al abanico de pruebas que evidencian los beneficios de los espacios verdes para la salud de las personas, además de ayudar a las administraciones a implementar intervenciones destinadas a desacelerar el envejecimiento reproductivo en una sociedad como la nuestra, en rápida urbanización”.