l rodio, metal raro usado en la industria del automóvil, ha subido en un mes un 32%. Este crecimiento se debió a que se emplea en la producción de catalizadores para automóviles, ya que goza de una gran demanda en la industria. El rodio pertenece a la familia del platino y es muy difícil de conseguir. De hecho, en los últimos años, su precio se ha multiplicado por 13, elevando su cotización por onza por encima de los 8.000 dólares comentados antes (onza de 28 gramos), nivel más alto desde el año 2008.
Las estrictas normas que regulan las emisiones empujan a los fabricantes automovilísticos a utilizar este metal. Al igual que el platino o paladio, el rodio se emplea en los catalizadores de los coches, con el objetivo de que los automóviles emitan menos CO2 a la atmósfera, gracias a la normativa de la Unión Europea en octubre del 2018.
No existen minas como tal de rodio, su extracción se consigue como consecuencia de otras actividades mineras. El mercado de rodio es considerado como limitado y la mayoría de los negocios se efectúan entre los suministradores y usuarios industriales.Por ejemplo, en Sudáfrica, donde se produce el 80% del rodio, se considera un subproducto del paladio. Sin embargo, en Rusia, segundo productor del mundo, se lo obtiene como subproducto del níquel.
El metal más caro del mundo es poco frecuente en la corteza terrestre. De hecho, una tonelada de corteza terrestre contiene tan solo 0,001 gramos de rodio, un material caracterizado por su alto punto de fusión y propiedades anticorrosivas destacables.
El peligro de la escasez del rodio coincide con otra preocupación: la falta de disponibilidad de cobre, níquel, litio y cobalto. Estos minerales, claves para la batería de los coches eléctricos y de dispositivos electrónicos, también están sufriendo una subida de precios debido al cambio de ciclo del automóvil. La tonelada de litio, por ejemplo, ha pasado de 4.440 dólares en 2008 a 16.500 dólares en 2018.