El confinamiento que está sufriendo la población está afectando a la totalidad de las actividades ordinarias de los ciudadanos. En estas circunstancias excepcionales, el día a día transcurre entre las paredes de sendas viviendas, hecho que con toda posibilidad podrá modificar la demanda en el mercado inmobiliario. El hecho de que el mismo vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, reconociera que se siente afortunado al vivir en una casa con jardín fuera de las grandes urbes es un claro reflejo de este nuevo escenario.
Así lo aseguran desde Metrovacesa: “Esta situación nos hará replantearnos la flexibilidad de nuestros hogares para que puedan evolucionar en el tiempo adaptándose a las necesidades cambiantes de sus ocupantes”. Del mismo modo opina Teresa Marzo, directora general de negocio de Vía Célere, admitiendo que esperan que los clientes “comiencen a pensar en la versatilidad del espacio disponible en algunas estancias”. Espacios exteriores, teletrabajo, cocina, baño o firma digital son algunos de los aspectos que podrían cambiar los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus.
La posibilidad de tener balcón, terraza o, incluso, vivir en zonas con menos densidad de población será un punto a favor cuando el mercado inmobiliario se ponga en marcha. Así se ha detectado en los grandes portales en Internet, donde la búsqueda de viviendas con estas características ha aumentado considerablemente.
El portal Fotocasa ha detectado un incremento el 40% de las búsquedas de vivienda que tienen balcón, terraza y jardín. Sus usuarios utilizan este filtro ahora con más frecuencia que antes de la aparición del virus, “quizá antes no era prioritario para los usuarios que buscaban vivienda pero que ahora sí se está considerando como importante a la hora de buscar un nuevo hogar”, aseguran desde la compañía. En el caso de Idealista, la búsqueda de vivienda en los grandes núcleos urbanos ha descendido por ahora un 5,3%.
En las seis urbes españolas que superan el medio millón de habitantes el comportamiento es más homogéneo, aunque también hay algunos matices. En Madrid las búsquedas de casa en la ciudad han descendido del 63,2% a un 60,8%. En Barcelona la bajada es ligera, la menor de todas, del 51,3% al 49,1%, mientras que en Valencia se amplía a más de seis puntos: del 43,8% al 37,7%. Entre medias se mueven Sevilla (un 56,7% antes del confinamiento y un 53,7% ahora), Zaragoza (82% antes y 77,1% ahora) y Málaga (27,6% de búsquedas previas frente al 24,1% actual).
El espacio vital de la vivienda vuelve a cobrar protagonismo, alterando la demanda en el mercado inmobiliario. Pero, según el mencionado portal, incluso la posibilidad de vivir lejos de las ciudades también se ha disparado en gran medida. En concreto, el filtro de jardín se está usando un 128% más que el filtro de balcón o terraza, algo que indica, además, que muchas personas están dispuestas a dejar el centro de las grandes ciudades para irse a vivir a las afueras o a zonas menos pobladas, donde es más fácil encontrar estas viviendas con jardín.
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