Comenté días atrás el escrito de un conjunto de personas, entre ellas buenos amigos, que se calificaban de «cristianos socialistas» y reclamaban la presidencia de la Generalitat para Salvador Illa. Aquí está el comentario y, por tanto, hace innecesario repetir los conceptos.
Pero ahora a raíz de las consideraciones que nos han llegado en relación con ese escrito me da ocasión para aclarar conceptos. Para hacerlo con la mayor brevedad y precisión reconstruyo sus frases que son un excelente manual de una lógica que tanto daño hace al cristianismo como concepción colectiva en la vida pública. Porque lo primero que hay que decir es esto: la dimensión política para los cristianos es también una acción colectiva, la propia de un pueblo, el pueblo de Dios, y no puede ser sólo fruto del subjetivismo individualista propio de la ideológica dominante en nuestro tiempo. El Padrenuestro lo rezamos en plural y esto tiene un sentido que no descubro yo ahora y que hay que asumir.
Éstas son las frases del escrito en negrita y mis consideraciones sobre las mismas:
– “Salvador Illa es un político socialista, honrado, valiente y buen cristiano” . Nadie cuestiona estas u otras características. Nunca hago juicios sobre las personas, sino en todo caso sobre sus prácticas públicas, que es otra cosa. Por tanto, dejemos en paz las virtudes y posibles defectos de cada uno. Las de Illa incluido.
– “Un ejemplo a seguir, puesto que el cristianismo y el socialismo pueden armonizarse” . Dependerá de lo que se entienda por socialismo, que hoy en día es un concepto muy multiforme. Recordemos aquella definición «socialismo es todo lo que hacen los socialistas».
Pero yendo a lo concreto, cuando hablamos en caso de que tratemos de esta ideología, nos referimos a lo que hace el PSOE, el PSC y a las leyes y políticas que lleva a cabo, y que son incuestionablemente muchas de ellas frontalmente contrarias no sólo a la fe cristiana, sino en su dimensión secular, la cultura cristiana.
Asume el belicismo actual en el que parecen inmersas las élites europeas. El aborto se ha convertido en signo de identidad incluido el eugenésico y en un derecho constitucional que recibe recursos públicos. Lo que debía ser respeto para las personas se ha convertido en leyes de privilegio LGBTQ en la dimensión de derechos, en las vertientes económicas, laborales y culturales y han dado lugar a adoctrinamientos en la escuela que trastornan el derecho de los padres y la antropología humana, entendida desde la perspectiva no ya cristiana, sino de la ley natural. Desprecian el matrimonio, que ya es un extrañeza como práctica, así como la familia, entendida también en su manifestación natural y cumplida Las diversas leyes han conculcado sistemáticamente los derechos de los padres y han reducido a la mínima expresión la patria potestad. La doctrina de género la han convertido en ideología de estado. Han regulado una falsa autodeterminación del sexo y han generado una tremenda ruptura antropológica y un conflicto de características históricas sobre el modo de vida. No agoto el inventario porque es muy largo, pero como muestra es suficiente.
-“Salvador Illa es un humilde cristiano dentro de un partido”. Gran definición por quien es exministro, persona de confianza de Sánchez, secretario general del PSC y candidato a la presidencia de la Generalitat.
-“No podemos responsabilizarlo de las acciones que se definen conjuntamente en un partido y en un gobierno” . Evidentemente que no, pero sí que podemos reclamar su testimonio como cristiano en lugar de su silencio. Si no está de acuerdo con todas esas leyes nadie le reclama que las haya detenido, pero sí, en su momento, que hubiera alzado su voz para decir no. O para decir que esto debe ser de esa otra manera. Es lo que hizo, por ejemplo, la senadora socialista Mercedes Aroz. Éste sí que es un modelo cristiano que al parecer los cristianos socialistas no quieren recordar. Está claro que si hubiese alzado la voz entonces sí que en el mejor de los casos sólo sería un humilde cristiano dentro del partido, y no uno de los cargos más destacados de la organización.
-“Lo que sí puede afirmarse es que, sin lugar a dudas, sí tiene vocación de mediación” . La pregunta del millón es sobre qué ha mediado. Entre qué cuestiones planteadas desde el cristianismo, sólo cultural, ha puesto sobre la mesa, para ejercer esta mediación que para que sea real pide que haya partes distintas. No ha existido. No ha hecho nada y si no es así, la respuesta es sencilla: darlo a conocer.
-“Podemos estar seguros de que tendremos un presidente de la Generalitat cuya preocupación principal es defender a las personas especialmente vulnerables” . Pues la verdad, esto en la práctica no se ve. ¿Hay alguien más vulnerable que el ser humano engendrado y no nacido, que la criatura engendrada, pero que presenta lo que es considerado un defecto, aunque sea un labio leporino que da lugar a que legalmente pueda ser exterminado? ¿Es un ejemplo lo que hacen los ayuntamientos socialistas del entorno de Barcelona que dificultan empadronar a las personas sin techo para no facilitar su atención social y los expulsan hacia Barcelona? ¿Es atender a las personas especialmente más vulnerables, olvidarse de la ley sobre la ELA en la pasada legislatura? ¿Es un ejemplo de preocupación de los más vulnerables la masacre que se produjo por la desatención a las personas mayores en el pasado cóvid sin que el ministerio de Sanidad tomara ninguna iniciativa? También en ese caso la lista es larga.
-“Sin duda Dignitas infinita y las palabras del papa Francisco serán una fuente de inspiración” . Precisamente lo que ha hecho el PSC-PSOE con la participación de Illa ha sido todo lo contrario de lo que establece Dignitas infinita. Aquí puede encontrar su concreción como proyecto político. Comparándolo es fácil ver la distancia sideral entre la política socialista y este texto del dicasterio por la doctrina de la fe.
-“Pero también atendemos a la realidad de que dentro de un partido existen personas que no son cristianos que tienen derecho a la voz política” . Esa consideración es para nota. Intenta decir que los silencios de Illa son para que quienes no son cristianos dentro del PSOE tengan derecho a tener voz política. Es una clara manifestación de síndrome de Estocolmo que algunos sufren. Porque ve a quienes no son cristianos dentro del PSOE es evidente que la tienen de forma clamorosa. Lo que no se oye por ninguna parte es la voz de los cristianos.
-“Por tanto no es justo reclamar a una sola persona la nueva ley del aborto o la ley de la eutanasia” . Claro que no, y ya lo he apuntado antes. Lo que sí se puede reclamar cuando se hace alarde de cristianismo porque todo bien de aquí, de levantar la bandera cristiana para favorecer a Illa para que sea presidente de la Generalitat, es recordar que nunca ha dicho nada ni sobre estas dos leyes ni sobre ningún otro aspecto de las cuestiones que han discrepado radicalmente de una concepción cristiana.
-“Y sobre todo es doloroso tener que escuchar esta “reclamación” cuando se es un cristiano que defiende la fe navegando en un mar de ideas que no siempre coinciden con las propias”. Doloroso. Es la apelación a la lástima y al victimismo propio de nuestro tiempo. Porque nadie obliga a nadie a estar en un partido que no comparte las cuestiones que por principio son fundamentales, no ya por la fe de quien se llama cristiano, sino por la cultura que se presupone que emana de ella. Que no le den más vueltas, o los cristianos socialistas hacen oír su voz en todo y no sólo para intentar colocar a Illa como presidente de la Generalitat o sencillamente hay que concluir que han supeditado lo que dicen creer a las directrices del partido.