El sistema educativo en España y aún de una forma más acentuada en Cataluña se caracteriza por su baja inversión educativa. En Cataluña en concreto significa poco más del 2,6% del PIB y es del orden de 3 veces inferior a la media europea. El gasto educativo español es ligeramente superior y, por tanto, sigue muy por debajo del que se produce en nuestro entorno. Aquí tenemos un primer problema.
Sin embargo, no es ni mucho menos el único, porque, al mismo tiempo, el rendimiento de este gasto es mucho menor que el de otros países. Polonia, con un gasto por alumno notablemente inferior al español, obtiene resultados de excelencia. De hecho, nuestro rendimiento escolar expresado en este caso en la relación gasto y resultados sólo tiene punto de comparación con países como Bulgaria y Rumanía. A este panorama, que refleja la baja eficiencia de nuestro sistema escolar, cabe añadir la consecuencia: somos de los primeros en jóvenes que ni estudian ni trabajan, en fracaso escolar y en abandono prematuro de los estudios. También somos de los países de Europa en los que existe una mayor proporción de alumnos en los niveles más bajos de calificación y donde hay menos en los más altos.
La situación es una verdadera emergencia educativa y las medidas del gobierno con la nueva ley, la Lomloe, aprobada una vez más sin el menor consenso ni consultas con la comunidad educativa y las familias, sólo hace que disfrazar los resultados con evaluaciones más imprecisas y generosas, para que el fracaso escolar aparezca con menos fuerza. Por ejemplo: España, que encabeza también el número de estudiantes repetidores, pasará a una situación de excelencia porque la norma ha eliminado esa categoría; sea cual sea pasas de curso.
La mayoría de expertos independientes aseguraron que la nueva ley comportaría más problemas que soluciones porque además daba la vuelta a toda la metodología de enseñanza sin preparación previa de los docentes ni disponibilidad de los materiales necesarios. La respuesta, ahora ya con el curso iniciado y viendo la situación, es que cientos y cientos de profesores piden que se detenga la aplicación porque se ha llevado a cabo de forma precipitada. Las administraciones han elaborado tarde los currículos y ahora exigen unos plazos para la programación inalcanzables, al tiempo que se quejan del exceso de burocracia que se ha generado.
Muchas comunidades autónomas, 7 en total, no habían aprobado los currículums al inicio del curso. La sección de educación del CSIF, por un lado, y CCOO, por otro, vienen catalizando ese descontento que tiene también en los cambios introducidos en la selectividad otro motivo de protesta. Por ejemplo, se han fusionado 5 asignaturas que tenían exámenes independientes en un único ejercicio simplificado tipo test. Esta metodología de examen se aplica incluso a Lengua y Literatura donde se presupone que los alumnos deben analizar textos, resumir y argumentar.
El resultado es que la nueva ley complicará aún más la situación.
En este contexto, en la escuela se produce una verdadera exaltación y perversión de la sexualidad guiada por la doctrina de las identidades sexuales y cada vez más por la transexualidad. Este hecho permite explicar cómo es posible que el 20% de las chicas estudiantes de Cataluña se declaren bisexuales, según la última encuesta del CIS, cuando esta magnitud se movía habitualmente, aquí y en los países de nuestro entorno, en cifras que difícilmente superaban el 4%.
Hace poco Maricel Chavarría contaba en un artículo en La Vanguardia, cómo el programa Coeduca’t de la Generalitat invita a acariciarse y masajearse entre los niños de un grupo de aprendizaje de educación sexual. Cómo se les enseña con 3 años a masturbarse . A los 8 años, el taller Consentim les propone vídeos o fragmentos de películas con escenas sexuales y les pide que escriban qué sensaciones les ha despertado.
Todo esto combinado con una creciente intervención de la doctrina queer en el sistema educativo, que hace que en algunas escuelas se desarrollen talleres trans o de flexibilidad de género “con artistas que visten arnés de cuero y cadena de perro. Todo esto para niños y niñas en edad temprana…”. Este querido desorden sexual que opera desde el poder público se hace desde presuntos partidos que un sector de la población, a saber por qué, consideran partidos de orden, caso del PSC y de ERC en Catalunya. Y como llueve sobre mojado, todas estas desgracias se aplican a una juventud que, además, tiene un creciente problema de dependencia de internet. ¡Un 80% de los jóvenes de 15 a 19 años utilizan tecnologías digitales en su tiempo libre en una media de casi 7 horas diarias!
En este contexto, ¿cómo pensar que el futuro del país camine por la vía de la mejora si el fundamento, que es el nivel educativo y de formación en todos los ámbitos, presenta estas características tan desastrosas?