La luz de San Pablo, el espectáculo de luz, formas y sonido que se proyecta sobre la fachada principal del Pabellón de la Administración -el edificio más importante del Recinto Modernista de San Pablo-, se ha convertido en una cita ineludible de la Navidad barcelonesa.
Es una alegoría del solsticio de invierno, el momento del año en el que los días comienzan a alargarse, el sol se antepone a la noche y la naturaleza comienza a renacer.
La luz de San Pablo es también un homenaje a la figura y la obra de Lluís Domènech i Montaner, el genial arquitecto catalán que ideó el Recinto Modernista.
El guión de este año incorpora referencias a la industrialización, coetánea al modernismo, con grandes piezas industriales que construyen y deconstruyen la arquitectura del recinto.
Todos los días de 18: 00h. a 20: 00h. Pases cada 30 minutos. entrada gratuita