La Agenda estratégica de la UE para el período 2024-2029
Cada cinco años, el Consejo Europeo – máxima instancia de poder en la UE formada por los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 – adopta un documento tan importante como poco conocido, una agenda estratégica.
La denominada “Agenda estratégica 2024-2029” es el resultado de un compromiso que define el próximo ciclo europeo. Son ocho páginas que marcan un rumbo para los próximos cinco años.
La actual Agenda estratégica, de alcance general, es fruto de compromisos y tiene un carácter programático. Entre sus novedades, destaca el papel reforzado que el Consejo Europeo pretende otorgar al Banco Europeo de Inversiones (BEI), desde hace poco tiempo presidido por la española Nadia Calviño, especialmente en lo que se refiere a la industria de defensa y al impulso de la competitividad.
Defensa y competitividad son dos ejes principales de la Agenda. Recoge las recomendaciones del informe Letta sobre mercado interior y de Mario Draghi sobre competitividad y reforzamiento industrial. Para liberar el potencial de inversión necesaria, se acelerará la integración financiera completando la Unión de Mercados de Capitales y la Unión Bancaria.
Un segundo aspecto a destacar es el espacio relativamente reducido que se concede a la transición ecológica, a pesar de que la adopción del famoso Pacto Verde (Green Deal) constituyera el núcleo duro, junto con la transición digital, de la anterior Comisión Europea (2019-2024). El Pacto Verde Europeo fue el verdadero trademark de la anterior legislatura. Para la próxima, la ecología queda relegada a una posición relativamente más baja.
La Agenda estratégica comienza con estas palabras:
“La UE se fundó sobre el imperativo de garantizar la paz en Europa, basada en la cooperación, la solidaridad y la prosperidad económica compartida. Esta promesa inicial sigue guiándonos y sirve de base a nuestras prioridades para alcanzar una Unión más grande, más fuerte y soberana”.
“El panorama político mundial actual está siendo remodelado por la competencia estratégica, la creciente inestabilidad global y los intentos de desafiar el orden internacional basado en reglas. Rusia ha vuelto a traer la guerra a nuestro continente. En nuestra vecindad, la situación en Oriente Medio es dramática. Nuestro entorno natural está cada vez más dañado y perturbado por el cambio climático. El rápido desarrollo tecnológico conlleva tanto oportunidades como riesgos. Estos retos sin precedentes nos han llevado a dar nuevos pasos en nuestra integración”.
“Reforzaremos nuestra competitividad, nos convertiremos en el primer continente neutro desde el punto de vista climático, llevando a buen puerto las transiciones climática y digital, estaremos a la altura de los retos de la migración, asumiremos la responsabilidad de nuestra seguridad y defensa y reforzaremos nuestra capacidad de actuación para defender nuestros intereses, asumiremos el liderazgo a la hora de abordar los retos mundiales, defendiendo el Derecho, las instituciones internacionales, la gobernanza mundial equitativa, el multilateralismo integrador y el crecimiento y el desarrollo sostenibles”.
“La nueva realidad geopolítica subraya la importancia de la ampliación, al mismo tiempo la UE emprenderá las reformas internas necesarias para hacerla posible”.
La Agenda estratégica hace suyas las recomendaciones sobre el futuro institucional de la UE del informe del denominado “Grupo de los Doce” (2023), al que nos referiremos más adelante.
El Consejo Europeo ha presentado sus prioridades. A partir de ahora han de intervenir el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea para ponerlas en práctica durante el próximo ciclo institucional. El próximo “marco financiero” de siete años deberá reflejar aquellas prioridades, garantizando que el presupuesto de la UE se adapte a las nuevas líneas de futuro.
La Agenda estratégica 2024-2029 está bien orientada, pero es insuficiente, por lo menos en cuatro dimensiones
Primera
Formula propuestas de interés, pero adolecen de una falta de propósito colectivo e ilusión compartida. Los ciudadanos esperan la llegada de mensajes creíbles e ilusionantes sobre el futuro de Europa, como se han conocido en tiempos pasados, un nuevo proyecto europeo esperanzador para superar el pesimismo actual. Los ciudadanos están atemorizados y desconcertados ante muchos retos que Europa tiene planteados.
Segunda
La UE debería recuperar una mayor legitimidad a los ojos de los ciudadanos, a través de proporcionarles mayor protección y facilitarles una clara mejora de su calidad de vida, gravemente perjudicada a través de toda la serie de crisis producidas en las últimas décadas.
Tercera
Los equipos de trabajo de las instituciones comunitarias deberían intercomunicar con mayor eficacia con las administraciones nacionales y las instituciones de la sociedad civil, tanto en la elaboración como en la implementación de las nuevas propuestas.
Cuarta
La UE necesita con urgencia completar su proyecto integrador si quiere evitar la irrelevancia geopolítica. Es loable que la Agenda estratégica haya hecho suyas las recomendaciones del “Grupo de los Doce”, formuladas en 2023. Ha llegado la hora de implementarlas. Veamos en qué consisten.
La última propuesta francoalemana sobre reforma y ampliación de la UE elaborada por el “Grupo de los Doce”
Lo comentábamos en nuestro Post de 3 de octubre del año pasado. El 18 de septiembre de 2023 se hizo pública en Bruselas una nueva propuesta combinada entre Francia y Alemania sobre el futuro de la UE. Los autores eran un grupo de doce expertos franceses y alemanes, escogidos por sus gobiernos respectivos, conocidos como “el Grupo de los Doce”. Se trata de un extenso documento que lleva este título: Sailing on High Seas: Reforming and Enlarging the EU for the 21st Century, Paris-Berlin, 18 September 2023. Tiene dos ejes directores: nueva ampliación de la UE al este y reforma previa de las instituciones de la UE para hacer posible aquella ampliación.
La reforma contempla la creación de una nueva UE en forma de cuatro círculos concéntricos, dos internos y dos externos.
El primer círculo es el de plena membresía, reservado a los estados miembros dispuestos a llegar a la unión política final.
En el segundo círculo se situarían aquellos estados miembros dispuestos a adoptar diferentes políticas comunes y más cesiones de soberanía, pero sin llegar al compromiso final de la unión política.
El tercer círculo estaría formado por países asociados a la UE.
El cuarto círculo por la Comunidad Política Europea (CPE), nueva organización creada en 2022, a la que pertenecen todos los estados europeos, excepto Rusia y Bielorrusia.
Alcanzar todo lo anterior requeriría cambios en los Tratados y referéndums en algunos países. El horizonte contemplado por el documento es el año 2030.
Los doce autores del documento acostumbran a afirmar en sus presentaciones que:
“Estamos ante la última oportunidad para que la UE consiga culminar su proceso de integración regional con la creación de una verdadera unión política federal, con políticas comunes en asuntos exteriores y en defensa; si no lo consigue, la UE no podrá aspirar a otra cosa más que a ser un protectorado de Estados Unidos o de China”.
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Víctor Pou es doctor en derecho y licenciado en ciencias económicas por la Universitat de Barcelona, MBA por la IESE Business School de la Universidad de Navarra y Graduado en Integración Europea por la Universidad de Ámsterdam. Es profesor del IESE Business School y de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC). Es Socio de la consultoría TAS Europrojects (Bruselas). Ha sido Ninguno de Unidad y Consejero de Relaciones Exteriores a la Comisión Europea (Bruselas). Ha sido Director del Patronato Catalán pro Europa y Director General de Adecuación a las Comunidades Europeas de la Generalitat de Cataluña.