La broma del kit de emergencias: cuando la Generalitat confunde prevención con publicidad

Cataluña ha vivido siempre de espaldas a la protección civil. No hay cultura de emergencias, ni prácticas en las escuelas, ni formación generalizada en las empresas. Por eso, que la Generalitat impulse un kit de emergencia podría haber sido una excelente noticia: el primer paso para construir una sociedad preparada, y no sorprendida, ante cualquier eventualidad.

Pero entre la idea y su ejecución se ha abierto un abismo. Y lo que podía ser una iniciativa necesaria se ha convertido, lamentablemente, en una vistosa campaña, muy cara y poco útil.

Publicidad vistosa, contenido escaso

El Departamento de Interior ha desplegado páginas enteras de publicidad -algunas dobles- llenas de dibujos, eslóganes y escudos institucionales. El presupuesto, grande; el valor práctico, minúsculo. La información esencial es dispersa, incompleta o directamente errónea. Y, sobre todo, no responde al objetivo fundamental de un kit de emergencias: dotar a las familias de autonomía real durante las primeras 72 horas.

Cabe recordar que esta recomendación de la Unión Europea nace, sobre todo, del escenario de alerta de una presunta y poco viable agresión de Rusia en el este de Europa. Pero resulta perfectamente aplicable a catástrofes naturales o situaciones sobrevenidas.

Una mochila por persona: la obviedad que no se explica

Una de las omisiones más sorprendentes es no advertir explícitamente de que el kit es individual, no familiar. Cada miembro del hogar necesita su propia mochila. No es un detalle menor: significa multiplicar por dos, tres o cuatro todo lo que se incluye.

Sin esa información, el kit se hunde desde el primer minuto.

El agua: el gran recorte incomprensible

La Unión Europea recomienda tres litros por persona y día. La Generalitat lo reduce a un litro y medio. La diferencia no es pequeña: es la diferencia entre resistir y no resistir.

Además, no se menciona una herramienta esencial en cualquier equipo de emergencia mínimamente serio: elementos de potabilización de agua , como tabletas o filtros portátiles. Este punto, presente en todas las guías europeas, es clave. Y aquí, simplemente, no está.

Una mochila que pesa… pero sin lo que importa

Cuando sumamos la ropa de repuesto, un impermeable, el saco o manta, la comida no perecedera, objetos de higiene y demás elementos recomendados, la mochila ya es voluminosa y pesada. Pero lo grave no es eso: es que le faltan piezas críticas.

El listado europeo incluye un pitido para pedir ayuda en situaciones de riesgo. En Cataluña, ni rastro.

El botiquín: la confusión servida

Los anuncios institucionales presentan un botiquín esquemático e insuficiente. La mayoría de personas no saben qué debe contener un botiquín de emergencia completo, por lo que la responsabilidad de la Generalitat era ofrecer una guía clara.

Pero no aparecen:
  • tijeras
  • pinzas
  • guantes de nitrilo o látex
  • toallas antisépticas
  • venas elásticas y apósitos variados
  • imperdibles
  • antihistamínicos
  • termómetro
  • la imprescindible manta térmica

Todo ello, omisiones sorprendentes.

La navaja, el fuego y la cuerda: tabúes absurdos

El listado oficial tampoco incluye una navaja multiuso —tal vez por miedo a parecer “peligrosos”—, ni mecheros, impermeables, ni pedernal, ni cinta adhesiva robusta, ni cuerda de paracaidista. Herramientas básicas para resolver imprevistos que, en cualquier guía internacional, también en la de la UE, figuran como indispensables.

Resulta incomprensible. Y preocupante.

Una oportunidad perdida… y un diagnóstico

La Generalitat dispone de una web donde amplía la información. Pero después de gastar miles y miles de euros en publicidad de baja utilidad, podía haber invertido el mismo dinero en dar recomendaciones más prácticas y concretas a los ciudadanos en lugar de que en una línea perdida en el texto se remita a una dirección de internet. El mensaje predominante es claro: Cataluña sigue sin una protección civil real, efectiva y pedagógica.

Una idea acertada, una aplicación lamentable. Y un síntoma más de la falta de cultura de emergencias en la que vivimos desde hace décadas, y una muestra más de un gobierno que dice mucho, pero no llega a casi ninguna parte.

El kit no es solo un objeto: es un aviso. Y, por ahora, también es una oportunidad malograda.

Tres litros de agua por día dice la UE. La Generalitat recomienda uno y medio. ¿Alguien puede explicarlo?” #Prevención #Seguridad Compartir en X

Pot repercutir d'una manera important a la UE el que formula el recent document d'Estratègia Exterior dels EUA que conté una forta crítica a Europa?

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