Desde la ruptura de la coalición entre el partido de Matteo Salvini, la Liga, y el Movimiento Cinco Estrellas, el exministro de interior de Italia prepara el terreno para su regreso. Animado por los sondeos que le otorgan la primera posición en caso de nuevas elecciones, siempre por encima del 30% de los votos, Salvini se ve esta vez como primer ministro.
El controvertido político no sólo ha multiplicado sus mítines estos últimos meses, sino que parece estar diseñando una política internacional ambiciosa.
Según afirmó, Salvini quiere buscar una alianza con el estadounidense Donald Trump, el británico Boris Johnson, el brasileño Jair Bolsonaro y los líderes de Israel. Asimismo, se propone mejorar las relaciones con Francia y Alemania y jugar un papel constructivo en Bruselas.
Consciente de que su victoria depende en parte de convencer a votantes de centroderecha y tranquilizar a los mercados, el político italiano se mueve hacia posiciones de centroderecha.
El verano pasado Salvini intentó forzar unas elecciones anticipadas pero, inesperadamente, el Movimiento Cinco Estrellas y el Partido Democrático (centroizquierda) formaron una coalición in extremis para cerrarle el paso.
Si bien fue un golpe de táctica política magistral, el valor estratégico de esta coalición contra natura entre un partido furibundamente anti establishment y uno totalmente opuesto a esta visión de la política es dudoso.
Giuseppe Conte, el discreto primer ministro que ya dirigió el gobierno con Salvini, debe hacer frente a enormes dificultades para conciliar las posiciones, a menudo opuestas, de los dos miembros de la coalición.
Varios ministros del Movimiento ya han dimitido por los desacuerdos con los Demócratas. Por otra parte, el ex primer ministro Matteo Renzi dejó el Partido Demócrata en octubre para intentar una aventura política en solitario. Sin embargo, su nueva formación Italia Viva no parece despegar y se encuentra anclada en torno al 5% de los votos según los sondeos.
Con una economía que sigue estancada y la dificultad de aprobar nuevas leyes, Salvini tiene claro que debe aprovechar este tiempo para fortalecer su base y extender sus apoyos, tal y como afirmó en una entrevista en el diario Libero recientemente.
El dirigente de la Liga afirmó: «El gobierno de Conte ya ha durado demasiado tiempo. Me he reunido con empresarios, obreros, jóvenes, también con inmigrantes… Todos están hartos de ellos».
Salvini añadió que entre sus nuevas prioridades figuraría mejorar las relaciones con Macron, particularmente agrias durante su período como ministro del interior, y renovar la política europea en Bruselas. Un cambio de tono hacia la moderación que denota su nueva estrategia centrista.
De hecho, el político afirmó que «Bruselas ve nuestro futuro gobierno de centroderecha como un elemento de mayor estabilidad comparado con el actual [gobierno italiano]».
La nueva visión internacional de Salvini no termina aquí, sino que últimamente se ha mostrado muy crítico con su antiguo socio de gobierno, la Coalición Cinco Estrellas, por sus vínculos con China. En una referencia a la formación anti establishment, el exministro criticó: «Temen a presidentes democráticamente elegidos en Estados Unidos y Gran Bretaña, pero no tienen miedo de la China de Xi Jinping».
Salvini cuestionó las visitas que el líder de las Cinco Estrellas ha hecho al embajador chino en Roma en las últimas semanas, que parecen dirigidas a facilitar que Huawei desarrolle la red 5G en Italia, a pesar del escepticismo de Bruselas.