La ranita y el independentismo de ERC y Junts

¿Recuerda la fábula de la ranita y el agua hirviendo? Es un aviso. Si se quiere cocinar la rana viva en agua muy caliente, la reacción del animal es inmediata, sólo tocar el líquido da un bote descomunal y huye de la olla y de su mal destino. La solución es disponer de agua tibia, muy tibia entonces la ranita se acomoda a un medio bien confortable mientras el cocinero sube lentamente, muy lentamente la temperatura, hasta que el animal queda cocido.

Pues ERC, que ya habitaba por lo pronto en agua tibia y ahora Junts, que tras sus «amunt i crits» de ritual ya se han instalado en el confort del poder del estado, han optado por la solución de instalarse en el agua tibia al abrigo de las sinecuras del poder del estado, de un estado del que quieren hacernos creer que se quieren separar, y por eso ayudan a consolidar.

Todo el mundo con dos dedos de frente sabe que la independencia de Catalunya es imposible o al menos extraordinariamente difícil

Todo el mundo con dos dedos de frente sabe que la independencia de Catalunya es imposible o al menos extraordinariamente difícil porque el Estado nunca asumirá esa posibilidad. El famoso referendo pactado, que exige para que sea posible un cambio constitucional y el acuerdo de PSOE y PP, es de entrada una opción metafísica, aunque la vendan como política.

España sólo asumiría una situación extrema de este tipo si un conflicto duro con Catalunya le obliga, tan duro que una mayoría de españoles piensen que vale la pena poner la cuestión sobre la mesa, en lugar de seguir aguantando la dureza y adversidad del conflicto catalán. Si no es así, no existe referéndum. Más claro el agua.

Y ciertamente ahora por un azar político tenían la gran ocasión.

1- Forzar nuevas elecciones que habrían reforzado el independentismo más decidido, ahora que la política española, envenenada por una política polarizada y de bloques, practica el cainismo político, ahora que son decisivos los pequeños partidos nacionalistas.

2- Repetir elecciones en plena presidencia española de la UE, con riesgo de que una nueva contienda no clarifique el resultado.

3- Convertir a Puigdemont en el centro de atención de Europa.

4- Insuflar energía en la calle con la perspectiva de un Once de septiembre ahora devaluado.

5- Poner de verdad sobre la mesa el «caja o faja».

Pero cuando la proclamación «fake» de la independencia y el temblor de piernas es demasiado grande, y con su voto a la Mesa del Congreso han colgado todas las expectativas, Junts y Puigdemont son uno más de los del grupo que siguen a Sánchez, y no de los más difíciles de contentar.

Es posible que de cara al voto de investidura, nos deleiten con una nueva interpretación a varias bandas

Es bien posible que de cara al voto de investidura, nos deleiten con una nueva interpretación a varias bandas con la colaboración inestimable de TV1, TV3, El País y La Vanguardia, para ofrecer a sus electores una nueva versión de darles buey por vaca gorda, presentando sucedáneos infumables del referéndum, como si fuera café, en lugar de una grosera achicoria.

Para enredar la madeja, los que viven del negocio: políticos, periodistas y opinadores, explicarán posibles sucedáneos, que si una consulta sobre el Estatut (?) que si otra sobre unos acuerdos X (expresión que tanto señala una incógnita en el ecuación, como material porno), que si la mesa de diálogo, y simulacros por el estilo. Y así el burro irá haciendo girar la noria, a pesar de que algunos alienados o interesados, que hay de todo, piensen que están haciendo camino.

Para hacer este papel y dejar cocinado el independentismo en agua tibia, mejor que los de Junts dejen paso a quienes quieren recuperar el sentido político de CDC, porque entonces no vamos a perder el tiempo en escenografías y pretendidas concesiones inútiles por el bienestar y progreso de Catalunya, que o bien son humo, o no se acaban de realizar nunca.

¿No es un escándalo, no se les cae la cara de vergüenza, que Puigdemont presente como el gran éxito la petición del ministro Albares dirigida a sí mismo como Presidencia de la UE, la petición para que el catalán, el euskera y el gallego sean lenguas oficiales en la Unión Europea?. «Albares, yo me lo guiso yo me lo como», y no sólo del catalán sino de otras dos lenguas, de comunidades con partidos que no han movido ni un dedo para todo esto.

¿Alguien piensa que tal medida puede ser tomada en consideración en Europa? «Teatro esto es puro teatro…» que dice la canción.

Unos y otros han escenificado unas duras negociaciones -secretas ofcourse, que esto es una democracia parlamentaria- cuando en realidad todo el pan ya estaba vendido de antes. La secretaría general de Esquerra, Marta Rovira, ya lo anunció desde el principio: no se pueden repetir las elecciones. Y ya está.

En la dirección de Junts, como en la de Esquerra no hay ni ambición política ni capacidad

¿Y Puigdemont? Pues se ha dejado querer que es lo que realmente le importa, porque su obsesión no es andar hacia la independencia sino no quedar arrinconado sin papel. Esto es todo, como el de Laura Borràs es seguir saliendo en la fotografía. En la dirección de Junts, como en la de Esquerra no hay ni ambición política ni capacidad.

Podemos pensar que es bueno para Catalunya que quede desactivado el independentismo.

Pues no lo es porque la interpretación va a continuar dividiéndonos por necesidades escénicas de los Junqueras, Aragonès, Puigdemont, Turull y Borràs de turno. Se juegan el sueldo y la silla. Sólo si terminaran como Ciudadanos o Unidas Podemos, Catalunya podría superar sus rupturas internas, que tienen resultados terribles para el país, como el de la progresiva liquidación del uso social de la lengua catalana, y su empobrecimiento cultural, porque ambas han pasado de ser un proyecto de todos y un instrumento de promoción personal, a enseñas de un bando que además ahora todo el mundo ve que está formado por perdedores sin remisión.

Lo que ha logrado el independentismo es entregar Catalunya al PSOE y al partido de Colau, que hoy copan todo el poder, con la escolanía de Junts o ERC cuando la necesitan.

Sin embargo hay un camino. Mostrar incesablemente que ambos partidos independentistas practican como sistema la venta de la progenitura por un plato de lentejas, hasta conseguir su insignificancia política. Quizás entonces la fuerza del catalanismo como proyecto real de la gran mayoría resurgirá.

Con su voto a la Mesa del Congreso han colgado todas las expectativas, Junts y Puigdemont son uno más de los del grupo que siguen a Sánchez, y no de los más difíciles de contentar Share on X

Després del seu vot a la Mesa del Congrés, s'atrevirà Junts a fer inviable la presidència de Sánchez?

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