Vivimos en la actualidad un nuevo lío electoral. Hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) resolverá los recursos presentados contra el decreto de la Generalitat posponiendo de manera condicionada las elecciones el 30 de mayo.
En concreto, el primero de estos recursos es de una persona física y pide como cautelarísima la suspensión del decreto. Por esta razón, una vez aceptado a trámite, el tribunal resolverá rápidamente. Los otros recursos piden la suspensión, pero de manera cautelar y, por tanto, el tribunal tiene un poco más de tiempo y puede optar por agruparlos. Han sido presentados por la LLiga DemocrÀtica, ImpulsO Ciudadano , Federalistas de Izquierda y Izquierda en Positivo, una fracción de Podemos.
Llama la atención que las organizaciones políticas que piden que las elecciones se celebren no concurran como tales a las elecciones, y en todo caso, si lo hacen, es con personas individuales en la lista del PSC, que de momento no ha presentado el recurso. En contrapartida, Fomento del Trabajo y Pimec, muy críticos con el aplazamiento de las elecciones, han decidido finalmente no acudir a los tribunales. La razón la ha dado Josep González, presidente de Pimec, argumentando que no lo han hecho por responsabilidad social por la evolución que está siguiendo la pandemia y «para no judicializar más la política«.
La suspensión cautelar o cautelarísima significa que el decreto queda sin efecto y que se mantiene la cuenta atrás del proceso electoral para el 14 de febrero, pero como no es una medida firme el tribunal puede resolver entre ahora y esa fecha, confirmando las elecciones o asumiendo la suspensión del que establece el decreto.
No parece haber un gran entusiasmo ciudadano para ir a votar el 14 de febrero. Sobre todo porque la pandemia está disparada y el riesgo se multiplica. Pero también influye que un tanto por ciento importante del electorado, como revelaba el último sondeo de La Vanguardia, no ve en las elecciones una perspectiva de mejora de la situación política y económica. El prestigioso comentarista Francesc-Marc Álvaro lo decía sin rodeos en su columna en La Vanguardia el pasado el lunes con un título muy explícito: «La gente pasa». Pero hay opiniones para todo, porque Pilar Rahola, desde su púlpito particular en TV3, cargaba contra el aplazamiento contradiciendo así la posición política del grupo al que ella normalmente apoya, el de JxCat.
El hecho de que una sentencia envuelva aún más la madeja está a la vista. Al margen de que crear esta incertidumbre cuando el problema de la pandemia se está complicando día a día, no parece la mejor receta. En todos caso, los tribunales están y ellos resolverán. Otra cosa serán las consecuencias.