Europa no puede sostener a Ucrania sola

Tras el choque verbal que se produjo el viernes 28 de febrero en la Casa Blanca entre Volodímir Zelenski, por un lado, y Donald Trump y JD Vance, por otro, la nueva vicepresidenta de la Comisión Europa y Alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la estoniana Kaja Kallas, declaró que “el mundo libre necesita un nuevo líder”. Nos corresponde a nosotros, europeos, aceptar ese desafío”.

La pomposidad de la afirmación choca de nuevo con el vacío de contenido. Ya en la reunión auspiciada por Emmanuel Macron el 17 de febrero en París para articular una posición europea común respecto a Ucrania ante la Administración Trump quedó claro que las instituciones de Bruselas y los países europeos están perdidos y no saben cómo avanzar.

Esto no impidió que el pasado viernes, los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, España y Polonia (los mismos que se reunieron en París) se volcaran en una nueva ronda de demostraciones verbales de apoyo a Ucrania y al propio Zelenski.

Sin embargo, la gran cuestión es saber si esta vez Europa actuará además de hablar.

Entre las primeras declaraciones, dos líderes europeos hicieron propuestas concretas.

La primera ministra italiana Giorgia Meloni, percibida como uno de los principales aliados de Trump en Europa, pidió a sus socios europeos que no permitan que las divisiones con Washington se amplíen. Asimismo, propuso una cumbre inmediata entre Estados Unidos y Europa para volver a encauzar la diplomacia.

El otro es el primer ministro británico Keir Starmer, quien invitó a Zelenski y a algunos líderes europeos a un encuentro en Londres el domingo 2 de marzo, en lo que parece la reunión de seguimiento en la primera convocada por Macron en París.

Incluso si los líderes europeos cumplieran el milagro de definir una posición conjunta y un plan de apoyo a Ucrania, deberían rendirse ante la evidencia de que no pueden llenar el vacío dejado por Estados Unidos. Efectivamente, estos últimos suponen grosso modo la mitad de la ayuda total militar y financiera que Ucrania recibe de sus aliados internacionales.

Esto sin contar con que la salud económica de Europa ha ido deteriorándose desde el inicio de la guerra, y que el Viejo Continente debe hacer frente a numerosos frentes abiertos que le están suponiendo pérdidas ingentes: encarecimiento de los costes de la energía, crisis de exportaciones, hundimiento del sector automovilístico y más recientemente la ofensiva arancelaria norteamericana. El 2025 se presenta bajo los signos de una recesión generalizada cada vez más clara.

Otro factor contrario es el hecho de que la opinión pública europea ha estado sufriendo una profunda transformación a lo largo de los últimos doce meses. Según una encuesta publicada por The Guardian a finales de diciembre de 2024, en los cuatro principales países de la UE (Alemania, Francia, Italia y España), la opción preferida era ya una paz negociada aunque implicara pérdidas territoriales para Ucrania.

Además, no convendría que el apoyo de Europa a Ucrania acabe asimilándose con un apoyo incondicional a la figura personal de Zelenski.

El mandatario ucraniano hace frente desde hace meses a una caída de la popularidad en su país, donde se le acusa de autoritarismo, al tiempo que las encuestas señalan desde finales del 2024 que por primera vez desde la invasión rusa hay una mayoría de ucranianos que prefieren un fin negociado a la guerra a seguir combatiendo.

Estàs d'acord que Europa assumeixi la plenitud dels compromisos militars que tenia els EUA amb Ucraïna?

Mira els resultats

Cargando ... Cargando ...

Entrades relacionades

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.