Después de una semana de intenso despliegue informativo y de opinión dedicado al feminismo con motivo de la celebración del 8-M, que ha llenado páginas y páginas en los medios de comunicación escritos, especialmente en los dos puntales de esta ideología, La Vanguardia y El País, junto con las manifestaciones celebradas el sábado, y después de analizar las referencias con la IA, las claves de la situación que revelan los datos se resumen en estos términos:
1. Las mujeres son víctimas en esta sociedad, sin matices ni atenuantes.
2. Están continuamente amenazadas, tanto jurídica como físicamente, y por esta causa deben apelar continuamente a la palabra “lucha” y otros sinónimos. Su vida de «perseguidas» y «discriminadas» es una lucha constante.
3. La causa de esta situación es toda responsabilidad de los hombres, también sin matices ni atenuantes. La violencia y la opresión que sufren y que las convierte a todas en víctimas es estructural, aunque nunca explican esta estructura. Este concepto es repetido hasta no poder más, desde el editorial de El País hasta las palabras de la ministra de Igualdad y la narración de una periodista al tratar una de las manifestaciones televisadas.
4. Su lucha está ligada a los inmigrantes y a las personas LGTBIQ+. En teoría.
5. Existe una profunda división en el feminismo, semejante, pero evidentemente sin la violencia aparejada, a la que dentro del movimiento comunista separaba leninistas y trotskistas. La causa de esta división, que hace que sea el cuarto año que se produzcan manifestaciones por separado de cada una de las facciones, es su posición sobre los transexuales, y concretamente si las mujeres transexuales son iguales en todos los derechos que las mujeres naturales.
La otra diferencia es sobre la prostitución: para unas, forma parte de la violencia estructural y debería prohibirse; para otras, es una actividad económica más y debe regularse. En el caso de estas segundas, no queda nada claro que les interese excesivamente el proxenetismo y el tráfico de mujeres, sobre todo inmigrantes; al menos no, por razón de lo que escriben y declaran.
6. Los planteamientos anteriores generan importantes contradicciones: por un lado, es cierto que el feminismo está aliado con el movimiento transexual, que es el último de estos movimientos sexuales que llega a la plaza pública. Esto sólo es cierto para una parte, pero para otra son adversarios enconados.
Su apuesta por la inmigración también genera inconvenientes nada menores. Por ejemplo, les impide plantear que en la violencia sexual contra las mujeres de más de 17 años, el peso de los agresores inmigrantes es anómalamente alto, mucho mayor que lo que le correspondería por su peso en la población, lo que no ocurre en los abusos sexuales a las menores de esa edad, donde el predominio de nativos es rotundo. Implica una aceptación acrítica del Islam real y su significado para las mujeres.
7. El feminismo es especialmente crítico con la Iglesia católica, aunque su doctrina es la de igual dignidad y de derechos de todos los seres humanos y en términos históricos es la corriente que establece la igualdad entre ambos y ensalza la condición de la mujer como sujeto social. Su mayor inconveniente para el feminismo es que enfatiza el papel de la mujer como madre.
8. A pesar de las denuncias de todas las violencias habidas y por haber, y que cada año añaden alguna nueva a la lista a combatir, desdeñan totalmente la crítica a la pornografía. Por ello, no parece preocuparles su extensión entre los menores y su efecto en los abusos sexuales que tienen como protagonistas a personas de poca edad. Por supuesto que para los adultos la pornografía es perfectamente aceptable, a pesar de lo que significa negocio, cosificación y violencia contra el cuerpo de la mujer.
9. En las reivindicaciones del feminismo, de uno u otro signo, no figuran para nada los problemas y derechos conculcados de la mujer embarazada, ni cómo compensar económica y laboralmente su embarazo. En otras palabras, en el feminismo actual las madres son ajenas. Algo parecido ocurre con las viudas, pese a la situación en la que se encuentra una parte nada menor, cuando han dedicado su vida a la familia, muere el marido y la pensión de viudedad las condena a una situación de precariedad económica.
10. La cuestión de las retribuciones salariales, es decir, la participación en las ganancias de productividad de la empresa, no interesa al feminismo; sólo les importan las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
11. Una coincidencia total y absoluta del feminismo de género, que prácticamente es el único que ocupa el escenario, es que se necesitan más medios, más dinero, más de todo, incluidos más derechos específicos para las mujeres, o para ser más exactos, para determinadas mujeres.
12. El aborto, es decir, el exterminio premeditado del ser humano engendrado y no nacido sigue siendo la columna central de todo el feminismo.
13. Los escándalos que significan que partidos que se autoproclaman feministas, como el de Ábalos, Errejón, y Monedero. Uno acusado de acceder a relaciones sexuales a cambio de dinero, piso y empleo, y los demás denunciados ante la justicia por abusos sexuales, son saldados sin autocrítica alguna; por el contrario, señalando que bien que lo han hecho excluyéndolos del partido, aunque todo el mundo sabe que las causas de esta exclusión obedecen a razones distintas o han sido hechos públicos cuando el escándalo ya había estallado. El feminismo político no tiene la menor capacidad de asumir sus errores y responsabilidades y, por tanto, esto acentúa su carácter dogmático.
14. Está enormemente preocupadas por la ola mundial del discurso revanchista contra el feminismo, y por el hecho de que entre los chicos crezcan de forma rápida y extraordinaria las posiciones críticas contra él. En ningún caso se preguntan qué parte de razón puede existir en estas reacciones, que son íntegramente descalificadas y sólo son fruto de la manipulación, sobre todo de las redes sociales.
15. A pesar de todos los cambios que ha habido y de lo que está sucediendo en el ámbito electoral, tanto en Europa como en Estados Unidos, donde emergen con bastantes reacciones políticas extraordinariamente críticas con el feminismo, en ningún caso consideran que lo que están haciendo deba ser revisado. Como mucho algunos mensajes dicen que deben atraer a los hombres a su bando, pero no definen cómo y por qué. Contemplan que su victimismo continuado, su acusación generalizada de todos los hombres, y la petición persistente e inalterable de más derechos diferenciales, nada tiene que ver con que haya cada vez más gente, mayoritariamente hombres, pero también más mujeres, que se declaren hartos.
16. El feminismo sigue siendo, en el caso de España, la ideología vertebradora del poder político y mediático que cuenta con la colaboración del establishment económico y la aceptación del primer partido de la oposición. Es la ideología de las élites; de los grupos de dominio social.
17. La continuada demanda de más y más derechos, añadida a los ya existentes, determina una situación social de privilegio para determinadas mujeres y una partida de gasto público nunca identificada de carácter extraordinario.
Los recursos que cada año se gastan por las diversas administraciones públicas, en los capítulos de personal, compra de bienes y servicios, gastos financieros derivados de operaciones de crédito, transferencias corrientes (subvenciones y ayudas a familias, instituciones sin ánimo de lucro, empresas y otras administraciones públicas que no implican contraprestación directa), inversiones reales (gastos destinados a la adquisición de una contraprestación directa), ya deben significar algunos puntos del PIB, que nunca se contabilizan ni se miden sus resultados. Es un derecho público que el feminismo de género es ideología de estado. Siempre es necesario gastar más y la aplicación del gasto y sobre todo de sus resultados no importa.
18. El feminismo, con su caracterización del hombre como agresor universal y responsable de todos sus males, es incapaz de reconocer que existen concepciones morales contrarias a todo tipo de abuso que denuncian, y que sería bueno que asumieran si realmente su posición es de defensa de las mujeres, mientras que hay otras concepciones, fruto de ideologías y de culturas diferentes que, contrariamente favorecen las agresiones sexuales y la visión de la mujer como un objeto destinado a la satisfacción del hombre.
Entre las primeras, destacaría la cultura cristiana, que por definición y desde su origen estableció la dignidad igual de todo ser humano, pobre o rico, esclavo o libre, hombre o mujer. Y entre las segundas, todas aquellas que exaltan la sexualidad como un fin en sí misma y sin una prescripción que permita su educación, su canalización y su autocontrol.
