Este pasado viernes 28 el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquén, se quejaba de que determinadas decisiones políticas en Cataluña fomentaban el antisemitismo. Se refería, sobre todo, a la decisión de Colau de romper el hermanamiento con la ciudad de Tel-Aviv. Los judíos son muy sensibles a todas estas cuestiones por razones evidentes, aunque en este caso la polémica fuera más con el estado de Israel que con la comunidad judía en nuestro país. Pero tienen todo el derecho a interpretarlo como una acción que fomenta el odio al judío. Esta actitud fue merecedora de una página entera de entrevista en La Vanguardia para que expusiera sus razones.
Ahora, vamos a otra manifestación de distinto tipo porque no es política, pero que se caracteriza por maltratar los sentimientos religiosos de los católicos.
El mismo día 28 la Comisión de Control de los Medios Audiovisuales del Parlament de Catalunya trataron el polémico programa de Toni Soler en TV3 en el que se daba un trato muy ofensivo a la Virgen del Rocío. El director de TV3, Sigfrid Gras, consideró que el programa no debía retirarse porque se enmarca «en el derecho a la libertad de expresión». La presidenta de la de la Comisión, Rosa Romà, compartió este punto de vista.
Por el contrario, el PSC, Vox y Cs pedían que se retirara el programa porque era ofensivo para los creyentes y para la sociedad catalana de origen andaluz.
Romà, la presidenta de la Comisión, fundamentó su negativa por la resolución del CAC que señalaba que la expresión satírica «es una manifestación de la libre opinión de ideas que se utiliza como un instrumento de denuncia y crítica social». De lo que cabe sobreentender que cuando Toni Soler hacía el programa y TV3 lo celebraba, como una expresión de la libertad de expresión, estaban haciendo también crítica social. ¡Quién lo iba a decir! Añadió que «este gag hay que verlo en el contexto de programa de humor». Y más adelante para redondear la contradicción afirmó que «nosotros queremos ser la televisión de todos los catalanes».
Está claro que en medio el propio CAC ya había consignado que las imágenes del programa “podían resultar desafortunadas e incluso hirientes, especialmente en lo que respecta a las personas que profesan la fe católica”. Pero no importa, se puede herir a los católicos y afirmar que TV3 es la televisión de todos los catalanes.
Pero tanta defensa de la libertad de expresión en el programa de humor, además de que es incompatible con lo que el CAC reguló en 2002 en sus “Criterios por el tratamiento del hecho religioso en los programas de entretenimiento”, que dedicado a la Virgen del Rocío vulnera de forma rotunda, existen unos recientes antecedentes que señalan que lo de la libertad de expresión depende de quién es la víctima.
En TV3 el pasado mes de enero y en el programa Zona Franca de Atomic Beat Media se produjo un gag en forma de parodia de consultorio político y en clave de humor en el que en un momento determinado asociaron al PSC y una imagen de la esvástica. Era una parodia, era humor, pero era realmente de muy mal gusto y así lo entendió TV3, que consideró que “se han traspasado los límites”. La respuesta fue rápida y radical. Despidieron al humorista Manel Vidal y suprimieron el programa de la red.
Pero es que antes de eso, en octubre del 2022 y con motivo de un programa de humor sobre la reina Letizia que tenía un contenido grosero y sexual, censuraron el programa y justificaron el porqué de esta radical acción. Lo hizo el director de contenidos, Cristian Trepat Rivera, el mismo que defendía que estaba muy bien el programa sobre la Virgen del Rocío.
Aquí teneis el hilo de Twitter de cómo Cristian Trepat Rivera, tan comprensivo con el maltrato a la Virgen, justificaba por qué sí había que censurar el gag dedicado a la reina Letizia:
Y, justamente, con esta motivación, visionados los primeros capítulos de la 3ª temporada, pedimos suprimir el chiste en cuestión y algún running-gag que hacía referencia a ello, el cual por cierto ya no le envolvía la supuesta excusa narrativa de parodiar los millonarios.
Cristian Trepat Ribera @cristiantrepat
Oct 25, 2021
“Así, el fragmento se pide suprimir por una cuestión de CRITERIO. Como televisión pública no podemos aceptar cruzar según qué líneas rojas, tampoco en el humor, ni siquiera amparadas bajo el pretendido paraguas de la libertad de expresión”.
“Tenemos una responsabilidad como servicio público y no podemos descuidar: los referentes de humor en catalán que creamos en las redes no pueden construirse desde este contenido chapucero, fuera de tono y, por qué no decirlo, más típico de una época felizmente superada”.
“No son los valores que queremos transmitir al público joven. Y nuestra responsabilidad es cuidar los contenidos, marcar la línea editorial y hacer respetarla. Nada que ver con la censura”.
“Porque, lo siento, pero se mire como se mire se trata de un chiste manifiestamente machista y misógino (y para acabar de abonarlo con un punch-line pedófilo, que Peyu no ha colgado), que además no tiene ninguna gracia, porque va en la línea de humor básico del tipo «pipi, caca, culo».
“Pero es que, encima, desde nuestro punto de vista, al programa “Bricoheroes” no le hace falta: ni para demostrar ser los más gamberros del barrio (porque ya lo han demostrado ampliamente las dos temporadas anteriores), ni por el ruido que podía provocar”.
“Por cierto, sobre el “ruido”: Peyu esgrime que hemos hecho retirar el chiste por miedo al ruido. Y es cierto, pero no en el sentido de que él lo dice. En ningún caso nos daba miedo el ruido de la política, como él asegura”.
“Lo que sabíamos era que, a diferencia de la temporada anterior, cuando los contenidos pasaron inadvertidos en las redes hasta que no se emitieron en la TDT y se detectaron los emplazamientos publicitarios, esta vez “Bricoheroes” sería observado con lupa por todo el mundo”.
“Con el objetivo de proteger el programa y de blindarnos de críticas (que habrían sido justificadísimas) se pidió retirar ese chiste. Nada más que esto”.
“Por tanto, la decisión nada tiene que ver con las presiones de no sé qué partidos políticos, ni con la monarquía. Sólo faltaría”.
“El CRITERIO hubiera sido lo mismo si el chiste se hubiera hecho con cualquier otra mujer, sea poderosa o no. El chiste es denigrante hacia las mujeres, y debería ser ofensivo para todos”.
[Y a cualquier otra mujer, como la Virgen del Rocío?????????]Está claro, como es lógico, la libertad de expresión humorística tiene límites, sobre todo si se refieren a determinantes partidos políticos o a la reina Letizia. Ahora si hace referencia a la Virgen y pese a que cause sufrimiento a los católicos, con eso para TV3, el CAC y los partidos que apoyaron esta posición, Comuns, ERC y JxCat, no pasa nada.