Esta es una cuestión decisiva porque mientras no se alcance la inmunidad de grupo difícilmente entraremos en una cierta normalidad. Alcanzar este objetivo significa como mínimo haber vacunado del orden del 60% de la población, considerando además el porcentaje inmunizado de manera natural. ¿Se puede alcanzar al ritmo actual el cumplimiento de aquella fecha que permita salvar el verano? Y ¿cuál es el número de vacunas que habría que llevar a cabo para garantizarlo?
Cataluña tiene una población de 7,7 millones de personas como previsión del 2020. En realidad la cifra es algo superior porque hay una parte pequeña que no está incluida en los padrones municipales. Si consideramos que no sería necesario vacunar a la población menor de 14 años, la cifra objetivo sería 6,5 millones de personas y el 60% se situaría en poco menos de los 4 millones. Dado que la vacunación de momento es doble, esto querría decir que sería necesario aplicar 8 millones de dosis de aquí al 30 de junio, considerando además que la inmunidad no se alcanza hasta después de 2 semanas de la segunda dosis. Aquella cifra representa una vacunación semanal de 400.000 unidades, y en función de si se vacuna a los 7 días de la semana o sólo son 5, la cifra diaria oscila entre 57.000 y 80.000.
Hay que considerar, sin embargo, que a partir de un momento determinado entrará en juego la tercera vacuna ya aprobada que sólo necesita una dosis. La hipótesis más optimista y difícil de alcanzar sería que una tercera parte se aplicara con monodosis y dos terceras partes con una doble inyección. Con todos estos supuestos en lugar de 8 millones de dosis de aquí a finales de junio se requerirían 6,7 millones. Esto es el cálculo para conseguir el objetivo de salvar el verano, pero ¿cuál es la realidad ?:
La Generalitat se muestra orgullosa de haber aplicado 90.000 dosis en los digamos 13 días de enero, la cifra es modestísima porque representa del orden de 7000 dosis diarias, pero el proceso se ha acelerado significativamente en los últimos días, y si consideramos la vacunación máxima alcanzada entonces hay que situarse en las 15.000 dosis diarias. Es evidente que estamos a años luz del ritmo que habría que aplicar. Habría que multiplicar por 3,5 esta cifra para tener garantías de éxito. Si esta aceleración tan importante no se produce, y se mantiene el ritmo actual, no sólo no se salvará el verano sino que todo el año permaneceremos todavía en situación de riesgo por la pandemia y, por tanto, con muertos y con alteración de la normalidad social y económica.
Este panorama se agrava por la existencia de tres factores:
- La mutación británica, más contagiosa, la que Simón una vez más no espera que se produzca (o sea que es mejor echar a correr).
- El hecho muy probable es que la inmunidad del personal vacunado no signifique cortar su capacidad de contagio.
- Y finalmente, la noticia, no demasiado buena, de que parece que el periodo máximo de inmunidad será de 1 año y que en consecuencia debemos disponer de un sistema que permita vacunar un mínimo de 4 a 5 millones de catalanes cada año. Y cuanto más lejos quedemos de esta cifra, más riesgo tendremos. Y cuanto más tardemos en cortar la propagación, más facilidades se estarán dando al virus de acertar en mutaciones más contagiosas.
La conclusión es evidente: o se vacuna masivamente o no saldremos del fondo del pozo.
Més informació sobre el coronavirus a ESPECIAL CORONAVIRUS