AIReF ha publicado la información de su modelo MIPred, que permite seguir la evolución actualizada del PIB. La información que proporciona señala que la tasa intertrimestral del PIB en el tercer trimestre cayó dos décimas (-0,2%), siendo la tasa interanual del mismo tercer trimestre de 3,4%.
La evolución del tercer trimestre señala que con relación al último trimestre de 2019, el último dato previo a la covid, el PIB solo se sitúa en el 97,6% de esa cifra. Por tanto, difícilmente a finales de este año habremos alcanzado el valor de la producción que teníamos en 2019.
España es el único país de la UE que se encuentra en esta situación. Cuando se habla del crecimiento del 2022 y se considera que la cifra prevista superior al 4% es comparativamente importante, se muestra un panorama parcial si no se añade que este crecimiento se debe a que partíamos de niveles muy bajos, los de la extraordinaria caída de 2020.
La evolución previsible del primer trimestre del próximo año hace pensar que no será hasta bien entrado el 2023 cuando conseguiremos el estado en el que estábamos en 2019 en relación con el PIB. Es, en este sentido, uno de los peores comportamientos económicos de la UE. El hecho de que en paralelo el comportamiento del empleo sea bueno revela que la productividad medida por el PIB por persona ocupada, es decir, la producción de bienes y servicios por cada trabajador, ha empeorado.
A este hecho hay que añadir las previsiones sobre el próximo año. El Banco de España formuló, justo después de la presentación de los presupuestos del estado, una previsión de crecimiento sensiblemente inferior, dado que la rebajaba hasta el 1,4%, claramente por debajo de la cifra que establecía el gobierno en los presupuestos, ubicada en el 2,1%. Esta diferencia es grande porque significa que la producción de bienes y servicios española sería inferior en una tercera parte a la prevista por el gobierno y, por tanto, los ingresos también decaerían en términos proporcionales.
La estimación del organismo financiero independiente del gobierno ha sido recibida con críticas por parte del sector favorable al PSOE y a UP sin tener en cuenta que ya en septiembre la OCDE situó la previsión española en un 1,5%, casi la misma que la del Banco de España y que con posterioridad el servicio de estudios del BBVA ha dado una previsión aún inferior al 1%. Si estos organismos aciertan y el gobierno se equivoca, los presupuestos de este año quedarán prácticamente invalidados y, o bien no se podrá llevar a cabo el gasto previsto, o bien el déficit y el endeudamiento se multiplicarán.