De ser el principal foco de atención mundial la pasada primavera por haber aparecido la variante Delta del coronavirus, India ha pasado a ser uno de los países mejor preparados y a la vez menos afectados del mundo por la epidemia.
Según el virólogo alemán Jacob John, profesor emérito en Christian Medical College de Vellore (sur de la India), el gigante asiático es el primer país del mundo que ha logrado vencer a la pandemia y transformar la Covid en una enfermedad endémica. Según John, una enfermedad entra en fase endémica «cuando las nuevas infecciones se estabilizan en un nivel débil».
¿Cómo ha logrado llegar el segundo país más poblado del mundo, tan duramente castigado por la variante Delta?
Varias razones entran en juego.
La primera y más importante parece que, según John, más del 90% de los indios se han inmunizado de forma natural de la enfermedad al estar en contacto con ella.
Se trata de un porcentaje mucho mayor que el de los europeos que han pasado la Covid. Aunque cuesta encontrar datos oficiales, el Instituto Pasteur de Francia estimaba el pasado abril que sólo un 23% de los franceses habían estado en contacto con la enfermedad.
En la capital de la India, Nueva Delhi, el golpe de la segunda ola fue particularmente duro y las imágenes de incineraciones dieron la vuelta al mundo. Pero de ese gran mal parece haberse extraído un bien: según John, el 97% de los más de 20 millones de habitantes de Nueva Delhi habrían desarrollado la inmunidad natural al haber pasado la enfermedad.
La segunda razón es la vacunación contra la Covid de las personas en riesgo. India, el principal productor mundial de vacunas, se lanzó en plena primera ola en 2020 a desarrollar su propia vacuna. La sustancia activa obtuvo luz verde de las autoridades en enero de 2021, y la campaña de vacunación se inició enseguida.
Hoy, más de la mitad de los adultos recibió al menos una dosis de la vacuna, y una cuarta parte ya recibió dos. Este hecho ha ayudado, sin duda, a reducir las formas graves de la enfermedad entre la población de edad avanzada .
De hecho, una tercera razón del éxito de la India contra la Covid es la joven demografía del país. A diferencia de muchos países de Europa en los que una persona de cada cinco tiene más de 65 años, esta categoría de edad representa tan sólo el 6,5% de los indios. Por el contrario, el 25% de la población tiene menos de 15 años.
La cuarta explicación se encuentra en la estrategia del gobierno indio para hacer frente a la Covid. A diferencia de las restricciones drásticas impuestas durante la primera ola y que causaron un gran trastorno social, la segunda (la ola “Delta”) se gestionó de forma más cautelosa. El gobierno insistió en la importancia del lavado de manos, de mantener la distancia física y de cubrir la boca y la nariz para estornudar.
En caso de sospecha de infección se puso a disposición un número verde a través del cual los ciudadanos recibían consejo médico a distancia, y en los hospitales se apostó por tratamientos contra la enfermedad para combatir las formas graves.
Con todo, el primer ministro Narendra Modi ya dio un paso en falso cuando declaró en febrero del 2021 haber vencido a la epidemia. Un mes después, la variante Delta fue detectada por primera vez y la India batió todos los récords mundiales de infecciones y muertes. Eso sí, siempre hablando en términos absolutos, no relativos, en un país que tiene 1.400 millones de habitantes (de hecho, los datos -oficiales- de muertes por Covid por millón de habitantes de la India son mucho más bajos que los países como España).
Está aún por ver si el modelo indio construido desde entonces resiste o no a la nueva variante ómicron.