La encuesta realizada por Autònoms Pimec manifiesta la delicada salud de casi la mitad de los autónomos de Cataluña ante la amenaza de una posible tercera ola de coronavirus. Según el estudio, el 85% de los autónomos «no aguantaría» las consecuencias de una tercera ola de la pandemia. El 44,1% de ellos tendría problemas, pero podría continuar su actividad, mientras que el 40,9% se vería abocado al cierre definitivo. El área especializada de la patronal catalana ha constatado en una encuesta, realizada a 200 profesionales entre el 1 y el 3 de diciembre, «que la situación de los autónomos es mucho más grave que en el conjunto de la economía», según ha explicado en rueda de prensa el gerente del Área Institucional de Pimec, Àngel Hermosilla.
Por ello, el punto de partida ante la progresión de la pandemia en las próximas semanas, a pesar de haberse iniciado la vacunación contra el coronavirus, es más negativo. De ahí que 4 de cada 5 autónomos encuestados considera que no puede aguantar más restricciones y un 40,9% cree que debería cerrarse ante de esta situación. Las perspectivas se mantienen en negativo para el conjunto del primer semestre de 2021, con un 48,9% de los autónomos que pronostica problemas financieros. La posibilidad de una tercera ola complica las previsiones del sector. «De cara al ejercicio de 2021, un 65,1% de los autónomos anticipa un descenso de su actividad y un 36,5% ve riesgo de cierre «, agregó Ángel Hermosilla.
Es consecuencia directa de la afectación económica de la pandemia y de la falta de suficientes recursos directos de las administraciones para compensar los cierres obligados por las restricciones sanitarias. Al cierre de este año, un 47,3% de los autónomos catalanes prevé acabar 2020 con un descenso superior al 50% en su actividad y hasta el 89,3% sufrirá una caída en su facturación, mientras que el 6,5% asegura que se quedará igual y el 4,3% prevé acabar 2020 con una mejora en su actividad, según el informe presentado este martes por Autònoms Pimec.
En concreto, el 18,3% de los autónomos se encontraba sin actividad a principios de diciembre, y solo el 34,5% tenía un 50% o más de su actividad normal, cuando, si se suman las pymes, este porcentaje aumenta hasta el 60%. Las consecuencias de este impacto son muchas, pero el principal problema que identifican los autónomos es el descenso de las ventas, seguido de los problemas para pagar impuestos, cotizaciones y suministros. Con una posible inminente tercera ola, la situación se recrudecería.
La gran reivindicación de los autónomos frente a las nuevas restricciones es que la administración tenga un plan de ayudas estable. La vicepresidenta de Autónomos Pimec, Carme García, reclamó que, ante una eventual tercera ola de la pandemia, los autónomos tengan derecho a recibir ayudas directas “para mantener la supervivencia” como han tenido en otros países desde el principio de la crisis.
Según García, la petición de ayudas ya se ha trasladado a las administraciones, sin que, de momento, hayan recibido respuestas concretas, excepto “las pequeñas ayudas que han salido de la Generalitat”. Tras el colapso de la aplicación informática para pedir las ayudas el pasado otoño, el Govern se comprometió a dar 2.000 euros a 116.000 autónomos antes de que termine el año.
Al cierre de este año, un 47,3% de los autónomos catalanes prevé acabar 2020 con un descenso superior al 50% en su actividad y hasta el 89,3% sufrirá una caída en su facturación Share on X