Como explicamos en Converses el gran pacto con Francia ha sido como un cocido, pero solo con garbanzos.
En las declaraciones posteriores y al modo trumpiano de la hipérbole, Sánchez afirmó enfáticamente que el H2Med (el futuro tubo sumario que transportará hidrógeno verde, por tanto producido con energías renovables, de Barcelona a Marsella) como “clave para la política interna y externa”.
¡Dios nos coja confesados si nuestro fundamento energético depende del hidrógeno! Quizás dentro de una década o dos sea un complemento adecuado para sustituir el hidrógeno gris que consume España, como depósito para almacenar excedentes puntuales de energía renovable para la industria que consume gran cantidad de energía, como las cementeras, con competencia con la biomasa y el biometano, y no mucho más.
Más allá en el tiempo, es necesario ver las dificultades reales de transporte y almacenamiento a gran escala, y la eficiencia de las células de combustible. Sin embargo, a corto y medio plazo dos cuestiones se presentan como losas: la conversión de electricidad renovable para producir hidrógeno tiene un saldo neto negativo, y en España en concreto, que depende tanto de las renovables para la producción de electricidad para sustituir el gas y el carbón… y la energía Nuclear, que teóricamente tiene fecha de caducidad, no tiene mucho margen para aplicarlo a la producción masiva de hidrógeno. Y eso, además de que no abunda -en Francia sí- el otro recurso necesario: el agua.
Pero, más allá de nuestras consideraciones, veamos que dice nuestra Inteligencia Artificial sobre el Hidrógeno, y compárelo con las declaraciones de Sánchez.
Explica las dificultades para el uso del hidrógeno como alternativa a otros recursos de energía
El hidrógeno es una fuente de energía con mucho potencial, ya que es abundante, limpio y puede ser utilizado para producir electricidad a través de la pila de combustible o para almacenar energía en exceso generada por otras fuentes renovables, como la solar o eólica. Sin embargo, su uso aún presenta algunas dificultades:
- Producción: El hidrógeno no se encuentra en estado puro en la naturaleza, sino que se debe producir a partir de otras sustancias, como el gas natural, el agua o la biomasa. Estos procesos pueden ser costosos y requieren energía, lo que reduce la eficiencia energética global del sistema. Además, algunos procesos de producción emiten gases de efecto invernadero, lo que contrarresta su ventaja de ser una fuente de energía limpia.
- Almacenamiento y transporte: El hidrógeno es un gas muy ligero y puede escapar fácilmente a través de juntas y materiales porosos. Esto hace que sea difícil de almacenar y transportar de manera segura y eficiente. Además, requiere grandes tanques o recipientes para su almacenamiento, lo que aumenta su costo y espacio ocupado.
- Infraestructura: Aunque el hidrógeno puede utilizarse como combustible para vehículos y en la generación de electricidad, aún no existe una infraestructura suficientemente desarrollada para su producción, distribución y uso a gran escala. Esto dificulta su implementación y adopción en el mercado.
- Seguridad: El hidrógeno es altamente inflamable y puede causar explosiones si se mezcla con el aire en proporciones adecuadas. Esto puede representar un riesgo en su producción, almacenamiento y uso, y requiere medidas de seguridad especiales.
A pesar de estas dificultades, el uso del hidrógeno como fuente de energía está en constante desarrollo y avance, y se espera que en el futuro pueda jugar un papel importante en la transición hacia sistemas energéticos más limpios y sostenibles.