Cataluña, desastre demográfico. La Generalitat impasible el gesto (y 6). Conclusión

El panorama demográfico de Cataluña desde 2010 es el de una sociedad que envejece y encoge por falta de nacimientos, sostenida en su crecimiento únicamente por la inmigración. El diagnóstico es preocupante: la natalidad lleva más de una década en caída libre, la fecundidad se encuentra en niveles bajísimos, y el crecimiento natural es negativo desde 2018. Mientras tanto, cada año aumenta el peso de las personas mayores y muy mayores, planteando retos de sostenibilidad social.

En palabras simples, Cataluña se enfrenta a un desequilibrio demográfico: muchos abuelos, pocos nietos.

La gravedad de la situación reside en su carácter estructural. No se trata de una situación cíclica, sino de tendencias de fondo que, si persisten, anticipan un estancamiento o incluso declive poblacional, con todas las implicaciones económicas (menos población activa, más gasto en pensiones y sanidad) y sociales (desequilibrios intergeneracionales) que ello conlleva.

formar una familia aquí supone a menudo un mayor coste o sacrificio que en lugares con mejor conciliación y apoyos.

Este escenario se ve agravado por la falta de políticas eficaces para favorecer a la familia y la natalidad. Históricamente, Cataluña y España han dedicado menos recursos a ayudas familiares que otros países europeos. La consecuencia es que formar una familia aquí supone a menudo un mayor coste o sacrificio que en lugares con mejor conciliación y apoyos.

Los expertos señalan que para revertir –o al menos aliviar– esta crisis demográfica haría falta un conjunto de políticas familiares integrales: incentivos económicos por hijo (como los cheques bebé o desgravaciones), expansión de la red de guarderías públicas de 0-3 años, horarios laborales más compatibles con la vida familiar, permisos de maternidad y paternidad más generosos (y coparentalidad real en las curas), facilidades en la vivienda para jóvenes y familias con niños, entre otras medidas.

Países que han aplicado políticas de este tipo (por ejemplo, Francia, los países nórdicos y de modo especial la singular recuperación húngara) mantienen tasas de natalidad más altas que la nuestra incluso en contextos modernos.

En Cataluña, algunas iniciativas puntuales (como ampliar los permisos parentales o ayudas a familias numerosas) no han logrado por sí solas invertir la tendencia, ya que no han sido suficientemente amplias ni sostenidas en el tiempo. Por ejemplo, la prestación por hijo a cargo es limitada y la inversión en educación infantil temprana todavía no cubre la demanda existente.

En conclusión, Cataluña se encuentra en un cruce demográfico. Los datos muestran una tendencia clara de envejecimiento y baja natalidad desde 2010, que, de prolongarse, comprometerá el relevo generacional y el dinamismo de la sociedad catalana.

Se ha roto la tendencia de una productividad catalana superior a la española y esta tendencia tendrá vientos contrarios en los próximos años y décadas en la estructura envejecida de la población y una inmigración de reducido capital humano, que acentuará las dificultades crónicas del modelo económico catalán más reciente, que ha sustituido, a grandes rasgos, a la industria por el turismo.

La inmigración seguirá siendo un apoyo importante, pero no puede ser la única respuesta: fomentar que nazcan más niños (y que las familias que lo deseen puedan tener sin obstáculos insalvables) es crucial para el futuro. Abordar este reto requerirá voluntad política y consenso social para implementar políticas familiares eficaces, apoyándose en las lecciones de los países europeos con mejores indicadores de natalidad. Solo así Cataluña podrá aspirar a equilibrar su pirámide poblacional y garantizar un desarrollo sostenible de su población en las próximas décadas.

Cataluña, desastre demográfico. La Generalitat impasible el gesto (5)

Cataluña se encuentra en un cruce demográfico. Los datos muestran una tendencia clara de envejecimiento y baja natalidad desde 2010, que, de prolongarse, comprometerá el relevo generacional y el dinamismo de la sociedad catalana Compartir en X

Entrades relacionades

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.