Hace apenas cuarenta años, el mapa del mundo parecía dividido entre ricos y pobres. Los países de ingresos bajos —la mayoría en África subsahariana y el sur de Asia— conformaban un extenso territorio marcado por la pobreza estructural, el hambre y el estancamiento económico. Por entonces, casi uno de cada tres países del mundo pertenecía a esa categoría sombría. Hoy, esa cifra se ha reducido a menos de uno de cada ocho.
No ha sido un milagro. Tampoco un accidente. Ha sido un cambio silencioso, sostenido por décadas de reformas, apertura comercial, inversiones masivas y, sí, también errores, crisis y retrocesos. Pero el resultado es indiscutible: el mundo ha subido de escalón. Todo esto y más nos muestra el último informe de Our World in Data
Cuatro peldaños para entender el mundo
Desde 1987, el Banco Mundial clasifica a las economías del planeta en cuatro grandes grupos según su renta nacional bruta per cápita: ingresos bajos, medios bajos, medios altos y altos ingresos. La frontera entre cada grupo cambia cada año, ajustándose a la inflación global. Pero la tendencia general es clara: cada vez hay menos países abajo, y más países en el medio y arriba.
En 2003 había 66 países de bajos ingresos. En 2024 son 31. Más de la mitad ha ascendido a categorías superiores. Etiopía, Bangladés, Vietnam o Ghana son ejemplos de países que, con distintas recetas, han dejado atrás el umbral más bajo del desarrollo.
El ascenso de los medianos
A medida que los países pobres subían un peldaño, el grupo de los ingresos medios se convertía en el corazón económico del planeta. Hoy, tres de cada cuatro personas en el mundo viven en países que pertenecen a este rango medio. Allí está China. Está India. Está Brasil. También buena parte del sudeste asiático, América Latina y el norte de África.
Son países que no son pobres, pero tampoco ricos. En su conjunto generan más del 40 % del PIB global. Pero su avance no es fácil. Muchos llevan años estancados. No es casual que se hable de la “trampa de los ingresos medios”: ese punto intermedio donde ya no basta con mano de obra barata, pero aún no se ha consolidado una economía de innovación y valor añadido.
Últimas tendencias y desafíos
- Pocas transiciones al ingreso alto: desde 1990, solo 34 países han logrado dar ese salto.
- Estancamiento post‑COVID en los más vulnerables, con crecimiento lento en países de bajos ingresos.
- Los países medianos deben fortalecer sus capacidades tecnológicas, innovadoras y estructurales para avanzar.
El club de los ricos crece… pero poco a poco
En el otro extremo, el número de países de altos ingresos ha aumentado con el tiempo. En 1990 eran menos de 50. Hoy ya son cerca de 80. Pero el camino para llegar allí es empinado. Desde 1990, solo 34 países han logrado dar el salto desde niveles medios hasta los más altos. Muchos lo intentan; pocos lo consiguen.
Los que lo lograron —Corea del Sur, Polonia, Irlanda— tienen en común una apuesta fuerte por la educación, la tecnología y la integración con economías avanzadas. Y también una buena dosis de estabilidad política e instituciones sólidas.
Una advertencia tras la pandemia
Pero no todo son buenas noticias. El Banco Mundial ha encendido recientemente una señal de alarma: desde 2020, cerca de la mitad de los países más pobres del planeta están estancados. Su crecimiento económico no supera el 3.5 % anual, muy por debajo del ritmo necesario para reducir la pobreza estructural.
“El progreso se ha frenado, y en algunos casos se ha revertido”, advertía hace pocos meses un informe del organismo. El golpe de la COVID‑19, el aumento de la deuda externa, el cambio climático y la inestabilidad política están pasando factura a los más vulnerables.
Tendencias clave
Categoría | 1987‑2003 | 2003‑2019 | 2019‑2024 |
Bajos ingresos | 30 % → reducción a 15 % | De 66 a 31 países | Caída a 12 %; lento crecimiento post‑COVID |
Medio‑bajos | Crecimiento gracias a China/India | Gran parte de la población mundial | 108 países; presencia masiva |
Medio‑altos | Muchas transiciones subiendo | Población y PIB crecientes | Trampa del ingreso medio evidente |
Altos ingresos | <50 países | Aumento continuo | 40 % de países; sólido crecimiento |
Fuente Our World in Data
Una historia global de ascenso desigual
Mirar la evolución de los ingresos por países no es solo un ejercicio estadístico. Es, en el fondo, el retrato de una historia colectiva: la del progreso humano. En apenas tres décadas, cientos de millones de personas han salido de la pobreza extrema. Más niños van a la escuela. Más familias tienen acceso a agua potable, electricidad y atención sanitaria básica.
El mapa ya no está dividido entre ricos y pobres. Ahora hay muchos grises entre medio. Y si bien el mundo aún está lejos de la equidad, el cambio es innegable.
La gran pregunta que queda es: ¿serán capaces los países de ingresos medios de dar el siguiente paso? ¿Podrán evitar la trampa del estancamiento y sumarse al club de los desarrollados? La respuesta, como siempre, dependerá de las decisiones que se tomen hoy.
Y en relación con los países de bajos ingresos, que los ricos del club no olviden que el mejor muro para frenar la inmigración es el desarrollo, el derecho a vivir en el propio país.
Desde 1987, el Banco Mundial clasifica a las economías del planeta en cuatro grandes grupos según su renta nacional bruta per cápita: ingresos bajos, medios bajos, medios altos y altos ingresos Compartir en X
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