La terrible catástrofe sufrida por Valencia a causa de la DANA ha puesto en evidencia tanto la magnitud de los daños como las limitaciones de la gestión política actual. La respuesta del gobierno del PP, encabezado por el presidente Carlos Mazón, se ha visto marcada por decisiones que podrían acabar teniendo consecuencias electorales muy negativas, a nivel nacional. El proceso de reconstrucción, más allá de avanzar lentamente, genera críticas justificadas por sus métodos y resultados preliminares, poniendo especialmente en entredicho la elección de una consultora privada para liderar el proyecto.
La Generalitat Valenciana adjudicó, mediante un procedimiento excepcional de emergencia, la elaboración del plan global de reconstrucción de la DANA a la consultora PwC, por importe de 2,2 millones de euros. Esta decisión, impulsada por la Vicepresidencia Segunda dirigida por Francisco José Gan Pampols, responde a la ausencia de estructuras administrativas suficientes para gestionar internamente un plan de tales dimensiones. La consultora PwC tiene ahora un plazo de 10 meses para diseñar herramientas de implementación, seguimiento y evaluación, incluyendo la creación de una Oficina de Gestión de Proyectos.
Sin embargo, esta elección suscita varios problemas críticos que ponen en cuestión la validez y eficacia del proceso:
Problemas estructurales identificados
- Improvisación institucional: La creación improvisada de una vicepresidencia específica para gestionar la reconstrucción, carencia del personal técnico y los recursos necesarios para supervisar con eficacia el trabajo encargado a PwC. Esta situación limita a la administración pública a actuar como simple receptora de documentos y propuestas, sobre cuya calidad existen legítimas dudas desde el inicio.
- Inexperiencia y superficialidad de PwC: PwC carece de una trayectoria consolidada y de experiencia probada en la gestión de desastres naturales y planes de reconstrucción masiva. Su equipo asignado al proyecto tampoco refleja la especialización necesaria. Las grandes consultoras suelen depender en exceso de la información que proporcionan sus clientes, información que en este caso es precaria por la falta de preparación previa del gobierno valenciano. Además, es habitual que estas consultoras utilicen modelos genéricos y superficiales, basados en lugares comunes y entrevistas generales, sin realizar un verdadero trabajo de campo ni recoger datos primarios suficientes. Este método puede generar informes bien presentados, pero sin el apoyo necesario para abordar con eficacia un desafío tan específico como el provocado por la DANA en Valencia.
- Captura administrativa y conflictos de interés: El problema central trasciende la elección puntual de PwC y refleja una cuestión de fondo más preocupante: la creciente dependencia de la administración pública respecto a grandes consultoras privadas. Esta dinámica conduce a una serie de graves problemas institucionales:
• Reducción de la responsabilidad democrática al delegar decisiones estratégicas en empresas externas no sometidas a control ciudadano.
• Opacidad creciente en los procesos de decisión, con contratos blindados por cláusulas de confidencialidad que impiden una fiscalización adecuada.
• Potenciales conflictos de interés derivados de la dualidad de estas firmas, que trabajan simultáneamente para gobiernos y grandes corporaciones beneficiarias de las políticas públicas.
Impacto económico y social
Los resultados finales pueden afectar a los plazos, ya atrasados, y comprometer gravemente la efectividad global del plan de recuperación. La DANA ha causado daños directos que se estiman en 4.500 millones de euros solo a nivel industrial, mientras que el impacto total podría superar los 18.000 millones. Ante tales cifras, cualquier error de diagnóstico o implementación resultaría desastroso e irreversible.
Condiciones laborales y prácticas cuestionables
Las críticas hacia PwC y consultoras similares no terminan aquí. Existen frecuentes denuncias sobre condiciones laborales precarias para sus técnicos, jornadas incompatibles con la vida familiar, presión extrema para cumplir objetivos y falta de representación sindical. Además, son habituales las prácticas de puertas giratorias, contratando a exfuncionarios públicos para facilitar el acceso privilegiado a contratos gubernamentales.
Otro aspecto inquietante es la influencia ideológica de estas empresas, que han colonizado universidades, think tanks y medios de comunicación, imponiendo una visión empresarial y economicista que margina valores fundamentales como la justicia.
El resultado final podría derivar en una reconstrucción fallida, con errores difíciles o imposibles de corregir posteriormente. Esto agravaría el impacto social y económico de la catástrofe, multiplicando el tiempo necesario para una recuperación real y efectiva.
Algunas obras muestran la naturaleza de estas empresas, como por ejemplo:
- “The Big Con: How the Consulting Industry Weakens Our Business, Infantilizes Our Governments and Warps Our Economies” (2023) – Mariana Mazzucato y Rosie Collington, y el documental “The Corporation” (2003) – Dir. Mark Achbar y Jennifer Abbott. También, «La Consultora. Cómo McKinsey dirige el mundo». Este libro examina el impacto global de McKinsey & Company, destacando cómo su enfoque en la eficiencia y la rentabilidad ha influido en decisiones gubernamentales y corporativas. Se critica que, pese a su reputación de excelencia, las recomendaciones de McKinsey a menudo carecen de profundidad y pueden tener consecuencias negativas para las organizaciones y sociedades que las implementan.
- “Las Infiltrés” – Matthieu Aron y Caroline Michel-Aguirre (2022) trata de cómo firmas como McKinsey, Accenture y Boston Consulting Group han penetrado en la administración pública francesa. Los autores argumentan que estas consultoras han adquirido un poder significativo en la toma de decisiones estatales, a menudo sin la debida transparencia ni control democrático. La obra se convirtió en un referente después del escándalo conocido como McKinsey-gate, que reveló la creciente dependencia del gobierno francés de estas firmas.
- Por último, aunque de carácter más global, aportan una buena visión “El Informe Lugano” y “El Informe Lugano II” de Susan George, filósofa y analista política, que critica en estas obras la influencia de las élites económicas y las corporaciones transnacionales en las democracias modernas, aunque no se centra exclusivamente en las consultoras, aborda cómo estas entidades, junto con otras instituciones, contribuyen a la erosión de la soberanía democrática y promueven políticas que benefician intereses corporativos en detrimento del bien común.
