Todos hablamos coloquialmente del acuerdo sobre financiación entre ERC y el PSC-PSOE, pero en realidad el texto acordado tiene un contenido mucho más amplio, como por ejemplo el que hace referencia a la lengua, la cultura y la proyección exterior. Leído con un mínimo de reflexión, esta parte unida a la de la financiación, se entiende que Sánchez no explique el acuerdo en la comisión federal del PSOE ni que el documento se ponga a debate porque está lleno de elementos conflictivos desde la perspectiva de una federación socialista de Extremadura o de Madrid o de Castilla.
El texto parte de la afirmación de que Cataluña es una nación y el catalán debe seguir siendo su lengua común. Esto solo en sí mismo ya le plantearía fuertes discrepancias en el mundo socialista.
Por cierto, que por vez primera en un texto gubernamental catalán se reconoce que el uso social de la lengua está en retroceso. Por lo menos en este caso se asume un principio de realidad.
A partir de aquí se sitúan como mínimo 24 objetivos; sí, 24, que habrá que seguirlos porque es dudoso que se cumplan. La cuestión será quien tiene interés en realizar un seguimiento. En este caso, el papel de las instituciones civiles sería determinante y, en especial, por parte de Òmnium Cultural porque es su terreno.
Los 24 puntos pueden resumirse así:
- Fortalecimiento de las políticas encaminadas a potenciar el uso social de la lengua como mejor forma de asegurar la cohesión de la sociedad.
- Defensa de los modelos de escuela catalana.
- Creación del departamento de Política Lingüística, algo que ya se ha realizado.
- Aprobar el pacto nacional por la lengua en un plazo de 100 días a partir del nuevo gobierno; esto quisiera decir que de aquí a Reyes debería haberse alcanzado este objetivo y dotarlo de 200 millones de euros en esta primera anualidad.
- Garantizar el catalán como lengua de uso normal en las administraciones e instituciones catalanas, y en la relación entre ellas y en las comunicaciones dirigidas a personas físicas y jurídicas residentes en el ámbito lingüístico catalán, sin perjuicio del derecho de opción lingüística de cada ciudadano en su relación con la administración.
- El catalán como lengua vehicular del sistema educativo y muy remarcado de la acogida del alumnado recién llegado. También se garantizará la competencia oral y escrita tanto de catalán como de castellano al término de la etapa educativa obligatoria.
- Sin embargo, hay una matización importante, en la enseñanza no universitaria las lenguas oficiales en cuanto a su enseñanza se guiarán exclusivamente por los criterios pedagógicos recogidos en el proyecto lingüístico de cada centro, lo que otorga una notable flexibilidad en la práctica.
- Se quiere garantizar sobre todo que aquellas personas que no tienen como lengua habitual y familiar el catalán puedan aprenderla en igualdad de condiciones. Un punto que puede acarrear polémica, porque el carácter vehicular del catalán se extiende a todas las actividades extraescolares, deportivas y de ocio adoptando la metodología de la inversión lingüística.
- Desarrollar el impulso del catalán en el audiovisual y el entorno digital.
- Relanzar los mecanismos de acogida de enseñanza y minimización lingüística para las personas adultas con el fin de afrontar el reto migratorio.
- Calendario de capacitación del personal de los departamentos de Salud y Derechos Sociales para la capacitación y normalización de la atención activa en catalán. En este punto llama la atención que se exceptúe de esta capacitación a los Mossos d’Esquadra, que precisamente es uno de los cuerpos de relación directa con la ciudadanía que de forma más generalizada utiliza el castellano.
- Garantizar el cumplimiento de la legislación en materia de derechos lingüísticos en la empresa y en el comercio.
- El profesorado de enseñanza de Cataluña tendrá que tener la titulación de C2 en catalán en el grado de educación primaria. Y potenciar su obtención en otros grados, sobre todo los más orientados a la docencia.
- Garantizar que todos los graduados de las universidades catalanas en grados lingüísticamente estratégicos como salud, derecho, trabajadores sociales, ciencias de la comunicación, alcanzan el C1.
Ahora se trata de ver si esos buenos deseos se convierten en realidad.