Sin lugar a dudas, Europa ha girado a la derecha con sus diversas manifestaciones, la tradicional del PPE o las distintas derechas alternativas, pero el resultado es evidente. Por cierto, y dicho de paso, la lógica afición a simplificar y a pintar mapas de los países de Europa de colores según cuál es la primera fuerza da pie a composiciones de lugar equivocadas. Por ejemplo, no es exacto que en Suecia haya ganado la socialdemocracia, y menos en Bélgica, como algunos de estos mapas señalan. En escaños, que es la forma clara de ver los resultados y cómo los damos nosotros, los matices y empates se ven con mucha más claridad.
El PPE ha ganado claramente en España, Alemania, Luxemburgo y Malta y ha empatado en escaños con la derecha alternativa en Polonia. Por tanto, ha hecho un buen resultado en tres de los grandes países de la UE. Ha empatado en escaños con la socialdemocracia y con los liberales en Bélgica, pero atención porque en este país, como singularidad, los dos grupos de la derecha alternativa, Identidad y Democracia, y Conservadores y Reformistas Europeos, han obtenido cada uno de ellos 3 escaños .
También han ganado a los populares claramente en Grecia, han quedado primeros en Bulgaria y han empatado con los socialdemócratas en Malta y Suecia. En Finlandia y en los países bálticos, sobre todo en Lituania, han quedado primeros, aunque con resultados muy fragmentados.
La socialdemocracia ha quedado primera en Portugal y en Rumanía y ha empatado en el primer puesto, como ya hemos apuntado, en Suecia y en Malta.
En dos de los grandes países de la UE, Francia e Italia, ha ganado claramente la derecha alternativa, si bien de grupos distintos del Parlamento Europeo: Identidad y Democracia de Le Pen en Francia, que ha barrido a los liberales de Macron por 30 escaños a 13 , y en Italia, donde Meloni ha revalidado la primera posición. En estos dos países también existían fuerzas de la otra alternativa de derecha: en Francia con Renaixença, que pertenece al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos y que ha obtenido 5 escaños, y en Italia con La Liga, que pertenece al grupo de Identidad y Democracia, lo mismo que Le Pen, que ha sacado sólo 8 escaños.
También han quedado primeros en Austria, superando a los populares por un escaño (6 a 5), y han empatado en Polonia con los populares también a 20 escaños.
Los liberales han quedado primeros en los Países Bajos, en la República Checa y en Dinamarca. Son los tres únicos sitios donde esta opción ha quedado primera.
Los verdes, uno de los partidos que registran mayor retroceso, no han logrado el primer puesto en ningún país miembro. Allí donde tienen mejores posiciones es en Dinamarca, como segunda fuerza empatada con la socialdemocracia, y en Lituania, también como segunda fuerza empatada con liberales y socialdemócratas.
Hay países en los que el partido ganador no tiene definido el grupo europeo al que se inscribirá y, por tanto, de momento pertenecen al grupo de los no inscritos. Es el caso de Irlanda, Hungría (con el partido de Orban) y Eslovaquia.
Previsiblemente, estos partidos, en las votaciones en el Parlamento Europeo, girarán hacia la derecha.
En conjunto, el PPE ha mejorado sus resultados sustancialmente, pasando de 177 a 191 escaños. La socialdemocracia ha tenido un ligero descenso, pasando de 139 a 135 diputados. Aquellos que registraron un retroceso escandaloso fueron los liberales, que pasaron de 102 a 83 escaños, y aún más los verdes, reduciendo su presencia de 72 a 53 escaños.
Meloni ha reforzado su posición y ya nadie duda de que tiene un papel de liderazgo en Europa, a la vez que asegura la continuidad de la siempre incierta legislatura italiana. Y sobre todo Le Pen en Francia, que ha destrozado a Macron hasta el extremo de que éste ha convocado elecciones generales con urgencia. Cabe decir que el partido liberal de Macron, además, ha empatado en número de diputados con los socialistas. La jugada del líder francés es muy arriesgada; seguramente confía en la segunda vuelta para expulsar a diputados potenciales del Reagrupament, pero, aun así, Francia puede ser la gran sorpresa europea.
No es algo menor que los cinco grandes países de la UE estén gobernados por populares o la derecha alternativa. La nueva legislatura será sustancialmente distinta a la actual.