En un movimiento audaz, el Departamento de Educación de Catalunya ha decidido alterar el paisaje de las aulas a partir del próximo curso. Las nuevas directrices impondrán restricciones estrictas sobre el uso del móvil, con el objetivo de crear un entorno de aprendizaje más enfocado y eliminar posibles distracciones.
La consejera Anna Simó, en colaboración con el Consejo de Educación de Catalunya, ha liderado este cambio, después de un extenso proceso de debate con 112.000 alumnos de 1.400 centros y, en algunos casos, con sus familias. La decisión de restringir el móvil en el nivel de infantil y primaria durante todo el horario lectivo, incluido el tiempo de patio y las actividades extraescolares, es una respuesta a la creciente preocupación sobre las distracciones tecnológicas que pueden afectar al rendimiento académico.
La consellera ha destacado que en la secundaria, el uso del móvil será permitido sólo cuando los docentes lo indiquen y siempre con fines pedagógicos. A los alumnos de ESO se les exigirá apagar sus teléfonos al entrar en la escuela y almacenarlos en un sitio seguro determinado por las instrucciones.
Es importante subrayar que la intención del Departamento no es simplemente prohibir, sino educar. Según Anna Simó, reducir la presencia de los móviles en los centros no significa que la educación se aleje de la realidad de los jóvenes. Con la conciencia de que los móviles son esenciales para informarse y relacionarse, la consejera insiste en la importancia de mantener un equilibrio entre el uso de la tecnología y el entorno de aprendizaje .
Además de las directrices generales, cada escuela o instituto tendrá la responsabilidad de definir las especificidades de la nueva normativa en colaboración con su comunidad educativa. Algunas escuelas podrían optar por un uso educativo especial del móvil, que necesitará la aprobación de dos terceras partes del consejo educativo del centro.
Cabe destacar que la normativa contempla excepciones, como el uso del móvil para alumnos con necesidades especiales o para los recién llegados que necesiten el traductor simultáneo. El Departamento asegura que velará por garantizar el derecho de los alumnos a la competencia digital y recuerda a los centros su responsabilidad de cumplir con las leyes de protección de datos.
El futuro de las aulas catalanas se inicia con esta revolución digital, donde la tecnología se convierte en una herramienta de soporte al aprendizaje, más que una distracción.