No hay muchas encuestas públicas recientes sobre las perspectivas electorales de Catalunya. La última, del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS) realizada entre el 31 de octubre y el 20 de noviembre del año pasado, con 1.200 entrevistas, da lugar a unos resultados que sitúan a Puigdemont claramente en primer lugar. Está claro que es una pregunta abierta, es decir, no se propone una lista de nombres y cada uno dice lo que le viene a la cabeza.
En esa tesitura, Puigdemont alcanza casi el 17% de las preferencias. Le siguen Junqueras ya a distancia, casi el 13%, y Salvador Illa, con el 12%. De hecho, la diferencia entre ambos es suficientemente reducida, dado el margen de error de la encuesta, para hablar de empate técnico. Estos tres encabezan el ranking, y ya a mucha distancia aparece Pere Aragonès con el 7,3% de los votos. Es un motivo de reflexión que quien ejerce de presidente de la Generalitat y que sale todos los días en TV3 obtenga un resultado tan deficiente.
Puigdemont presenta otra ventaja. Es el líder indiscutible en su opción política, porque es el preferido por el 65,7% de quienes votan por JxCat. Los demás competidores quedan lejos y no son líderes claros de su territorio político, porque a Illa sólo le prefieren el 42% de los socialistas, mientras que Junqueras se sitúa aún más abajo, en el 34%, si bien en este caso influye la competencia interna con Aragonès. Puigdemont es también el preferido en las opciones independentistas que no son la suya porque alcanza el 29% de las preferencias de la CUP e incluso el 19% de ERC.
Desde la fecha de la encuesta, el pasado mes de noviembre, han pasado muchas cosas que no parecen haber sido desfavorables para los intereses políticos de Puigdemont, más bien al contrario, mientras que Illa queda desdibujado y Junqueras queda muy en segundo término. El único que ha mantenido protagonismo durante este tiempo es Aragonès, pero ya hemos visto que es un personaje político que no logra llenar el escenario y, por tanto, tiene una presencia de escasa rentabilidad electoral para ERC. A estas alturas, Puigdemont tiene todas las opciones para ganar y, por tanto, las próximas europeas, si logra presentarse pese a las limitaciones legales, podría acentuar su liderazgo que hasta hace pocos meses estaba desvanecido.