En la ley de presupuestos del gobierno Meloni, en 2024 la familia se ha convertido en una pieza central, y haría bien el gobierno español, y en la medida de lo posible las comunidades autónomas, en tomar buena nota.
Los puntos más importantes están dirigidos a ayudar a las familias jóvenes a la hora de tener el segundo hijo, a la necesidad que sienten todas las mujeres de armonizar más y mejor la vida profesional y familiar, un enfoque específico para las personas mayores, una parte de la cual vive con problemas económicos y en soledad, y la necesidad de apoyar a las familias con rentas bajas y medias frente al nivel de inflación.
Por esta razón, el gobierno prevé ayudas a las familias adicionales a las existentes en función de su nivel de ingresos, de hasta 25.000 euros las que más reciben, y hasta 35.000 el siguiente escalón. Quedan excluidas, por el momento, las rentas superiores a 50.000 euros, si bien la voluntad anunciada es cubrir este segmento también en el futuro.
El resultado son 14.000 millones de personas vinculadas a familias que recibirán dinero de más en una media de 100 euros mensuales.
Asimismo, el IRPF se recorta un 2% en los dos tramos más bajos. Se aumentan los permisos parentales retribuidos en un 60%, que pueden aplicarse a lo largo de los 6 años primeros de vida del niño y que, a diferencia de España, puede utilizar indistintamente el padre o la madre. Se determina que la guardería será gratuita para el segundo hijo y, lo más importante, las madres con 2 o más hijos dejarán de ingresar la cuota de la Seguridad Social que les corresponde y será pagada por el estado hasta que el hijo más pequeño cumpla 20 años.
También se trata de proteger a las personas mayores. En 2024 se aumenta la pensión sobre todo para los niveles más bajos, y habrá una bonificación de 618 euros a partir del 1 de enero de 2024. Dado que además se produce la rebaja fiscal apuntada anteriormente, el resultado mejorará significativamente los ingresos.
Dada la inflación, el gobierno revaloriza las pensiones al 100% en el caso de las mínimas y con una disminución progresiva del incremento en la medida en que la presión es mayor. Y un añadido muy importante que no existe en España: se crea el llamado Fondo de Flexibilidad de Salida que permite jubilarse a los 63 años con 36 años cotizados para cuidadores, parados, para trabajos pesados y para los discapacitados. En el caso de las mujeres, el período de cotización exigido es de un año menos.
Nunca hubo una ley de presupuestos en la que, a pesar de las dificultades por la crisis económica y el equilibrio presupuestario, se hayan centrado en la familia como factor de desarrollo del país y en mejorar en este contexto las condiciones de las mujeres.
La lección moral es que el gobierno “de derecha radical” de Meloni ayuda en términos concretos mucho más a las mujeres y a la gente mayor, y no digamos ya a la familia, que el gobierno progresista y feminista de Sánchez.