La amenaza terrorista es muy variable según los países y, de hecho, se concentra en unas regiones muy concretas del mundo. Una buena información es la base de datos global sobre el terrorismo de World in Data. Los datos que damos pertenecen a ella y pueden consultarse con más detalle aquí .
Una forma de ver la importancia del terrorismo es consultar el número de fallecidos que ha producido. La otra es el número de acciones que ha llevado a cabo, pero nos parece mucho más representativa la del número de víctimas.
Los datos corresponden a 2021. Por tanto, no registran los últimos hechos, y la fuente permite la evolución desde 1970 constatando que este fenómeno ha empeorado de una manera extraordinaria. En la actualidad el terrorismo se concentra sobre todo en África, con 4.872 muertes en 2021, cuando sólo se contabilizó 1 en 1940, y en Asia con 6.488 muertes por sólo 46 en 1970. En Europa la situación es a la inversa. El mayor número de muertos era en 1970 con 78 y ahora sólo con 16. Era la época de la guerra urbana y de las organizaciones terroristas de extrema izquierda y también de los atentados de las organizaciones palestinas. La primera conclusión es evidente: pese a las páginas y páginas de los periódicos que hablan de la amenaza islámica en Europa, sus efectos son insignificantes.
Por regiones del mundo, que acotan con mayor precisión el espacio geográfico, las dos áreas más calientes son la de Asia meridional con 4.571 muertes, donde se encuentran tres países muy conflictivos en relación con el terrorismo: Afganistán, que era el líder en la fecha 2021, Pakistán y la India. Esa elevada cifra contrasta con la que se producía en 1970 con sólo 4 muertes. La otra gran área de conflicto es Asia subsahariana con 4.836 muertes, mientras que sólo se registró 1 víctima mortal en 1970. Estas dos regiones concentran la gran mayoría de víctimas producidas en el mundo y que fueron 11.526. Con una significación menor tenemos a Oriente Medio y el norte de África y eso significa básicamente Siria, Israel y, sobre todo, Irak con 1.488 muertos en 2021 por sólo 1 en 1970.
En América del Sur se han producido 108 muertes por atentados terroristas, porque el problema de esta región del mundo con la violencia es otro, el de la gran delincuencia organizada. En el sudeste asiático hubo 374 víctimas y, ya en la cola, Norteamérica con 42, unas cuantas más que en 1970 que hubo 34 muertes por terrorismo, y ya en la cola como hemos mencionado Europa con sólo 16 muertes.
El mapa del terrorismo, por tanto, es muy claro y se concentra en una franja que va desde Malí y la República Democrática del Congo, como amplitud de este territorio y que se desplaza hacia el este incorporando territorios como Lemen y los ya citados de la India, Afganistán, etc., así como Irak y Siria. También Israel presentaba en 2021 un nivel significativo de víctimas. Concretamente 13.
Si nos ceñimos a la frialdad de las cifras, podemos constatar que el problema ha huido de Europa a pesar de las apelaciones a la amenaza terrorista islámica y se concentra en el África subsahariana, en Extremo Oriente y en Asia meridional. Éste es el núcleo actual de inestabilidad relacionado con este tipo de conflicto.
En este contexto, no es un dato menor el extraordinario control que manifiestan Marruecos y Argelia. El primer país no registró ningún fallecimiento en el 2021 y el segundo sólo 5. Y ambos, observando la gráfica de la evolución de este tipo de violencia, manifiestan una notable estabilidad en la última década.