Los peligros sobre la inteligencia artificial constituyen el debate de mayor alcance y más global que se registra en estos momentos, junto con el de los riesgos que comportan los nuevos reequilibrios mundiales y el juego entre China y Estados Unidos, Rusia y la OTAN.
Sobre el grado de riesgo, hay versiones para todos los gustos, desde que puede significar la extinción de la humanidad, «La alerta de los principales creadores de la IA: puede suponer un “riesgo de extinción” para la humanidad (msn.com)», hasta aquellas otras versiones que ven en los modelos actuales de lenguaje poco más que simples máquinas escribientes. Quizá por esto, a causa de estas discrepancias tan considerables, tiene interés considerar qué dice la propia inteligencia artificial sobre este real o presunto peligro.
Antes de pasar a sus respuestas recordemos que estos modelos de lenguaje han sido alimentados con información en el caso de Chat GPT hasta 2021, mientras que en el caso de la mejora del buscador Bing IA, que presenta unas utilidades distintas, está conectado a los motores de búsqueda y por lo tanto registra información en tiempo real. En ambos casos las instrucciones de sus creadores determinan qué buscar y cómo hacerlo articulando la respuesta, en el bien entendido, que no siempre les resulta posible encontrar las relaciones que les conducen a determinadas propuestas, o si su capacidad de autoaprendizaje les lleva a incurrir es sesgos desconocidos.
La respuesta de ChatGPT
La inteligencia artificial (IA) presenta una serie de riesgos potenciales para la sociedad humana y las personas individuales. A continuación, te mencionaré algunos de los riesgos más relevantes:
- Desplazamiento laboral: La IA y la automatización pueden reemplazar a los trabajadores en una amplia gama de industrias, lo que podría generar desempleo y desigualdad económica. Aquellos cuyos empleos son fácilmente automatizables podrían enfrentar dificultades para encontrar trabajo.
- Sesgo algorítmico: Los sistemas de IA pueden perpetuar y amplificar los sesgos existentes en los datos de entrenamiento, lo que puede resultar en decisiones discriminatorias en áreas como la contratación, el crédito y la justicia penal. Esto puede aumentar la desigualdad y socavar la equidad.
- Privacidad y seguridad: La proliferación de la IA ha aumentado las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. Los avances en la IA también pueden facilitar el acceso no autorizado a información personal, lo que plantea riesgos significativos para la privacidad individual y la seguridad cibernética.
- Dependencia y falta de transparencia: A medida que la IA se vuelve más compleja, puede ser difícil comprender cómo toma decisiones. La falta de transparencia y comprensión de los sistemas de IA puede conducir a una dependencia excesiva y a la dificultad de responsabilizar a los algoritmos en caso de errores o decisiones perjudiciales.
- Riesgos existenciales: Algunos expertos en IA han planteado preocupaciones sobre el desarrollo de una IA generalmente inteligente que supere la inteligencia humana. Si no se abordan adecuadamente, estos avances podrían plantear riesgos existenciales para la humanidad, como la pérdida de control sobre la tecnología o la posibilidad de que una IA superinteligente tome decisiones que no sean favorables para la supervivencia humana.
Es importante tener en cuenta que estos riesgos no son inevitables y que se están realizando esfuerzos para abordarlos a través de la investigación, la regulación y el diseño responsable de la IA. La consideración ética y el desarrollo de políticas adecuadas pueden ayudar a mitigar los riesgos y maximizar los beneficios de la IA en beneficio de la sociedad y las personas individuales.
La respuesta de Bing IA, que actua como motor de exploración en internet
- La afectación de la privacidad: la IA podría recopilar, analizar y usar datos personales de las personas sin su consentimiento o conocimiento, lo que podría vulnerar su intimidad, seguridad y autonomía. Además, la IA podría facilitar la vigilancia y el control por parte de entidades privadas o públicas con fines comerciales, políticos o ideológicos.
- La creación de desinformación: la IA podría generar o difundir contenidos falsos o engañosos, como noticias, imágenes, videos o audios, que podrían manipular la opinión pública, influir en las elecciones, dañar la reputación de personas o instituciones o provocar conflictos sociales.
- La falta de explicabilidad y responsabilidad: la IA podría tomar decisiones complejas o inesperadas que no sean comprensibles o justificables para los humanos, lo que podría generar confusión, desconfianza o errores. Además, la IA podría dificultar la atribución de responsabilidades legales o morales por las acciones u omisiones que se realicen con ella.
Estos son algunos de los riesgos más relevantes de la IA para la humanidad y las personas físicas, pero no son los únicos. Es importante estar informados y conscientes de estos riesgos, así como buscar soluciones para mitigarlos y garantizar un uso ético y responsable de la IA.