El pasado 5 de diciembre el diario El País publicaba la encuesta del 40dB en la que se establecía que entre PSOE y PP había un empate técnico. Era una visión no tan positiva como la del CIS de Tezanos para el gobierno, pero claramente se desmarcó del resto de encuestas. Por ejemplo, la última de hoy, día 9 de enero, de GAD3 que da 7 puntos de ventaja al PP.
La responsable de la empresa encuestadora, Belén Barreiro, situaba los elementos positivos en los que Sánchez podía fundamentar lo que ella consideraba que era una buena posición. Concretamente, la forma en que el gobierno afrontó la covid-19, las medidas dirigidas a proteger a los colectivos más vulnerables, las ERTES, el salario mínimo y el ingreso mínimo vital, las medidas de ahorro energético, las dirigidas Al aumento del coste de la vida (precio del gas y de la luz, gratuidad de los ferrocarriles), la eutanasia, y consideraba que las medidas sobre Cataluña no le han pasado factura.
Algunas de estas apreciaciones son objetivamente discutibles y otras parecen claras. Afirmar que influye beneficiosamente a Sánchez la forma en que abordó la pandemia es de un optimismo exorbitante cuando España registró la mayor mortalidad desde la Guerra Civil, tal que redujo los años de esperanza de vida. Basta con recordar que el exceso de mortalidad en 2020 fue de más de 73.000 personas. Casi 30.000 en 2021 y casi 34.000 en 2022, si bien aquí existe un impacto importante ocasionado por el calor.
Es matizable que las medidas de ahorro energético le hayan dado votos y que la eutanasia, aprobada discreta y rápidamente, no sea más bien un factor de desgaste. En contrapartida parece claro que todo lo relacionado con los salarios mínimos, las ERTES e IMV sí van a la balanza positiva.
Lo que más llama la atención de esta interpretación de Belén Barreiro es que no incluya en la lista de los elementos que apuntaban al gobierno de Sánchez, las pensiones, cuando éstas han registrado aumento sustanciosos que seguramente conllevan adhesiones.
En todo caso, lo que no está claro, pese a las encuestas, es que la victoria del PP ya pueda darse por descontada. Básicamente por tres razones. Una, ya apuntada, La que hace referencia a las ayudas laborales y, sobre todo, a los incrementos de salario mínimo y las pensiones. Bien trabajado, aquí hay una bolsa de voto muy importante, que desde el punto de vista operativo se ve multiplicada por el hecho de que el votante de mayor edad es el que tiene una mayor participación. También porque es difícil que un partido pueda llegar con solvencia al gobierno de España teniendo el agujero negro que tiene el PP en Catalunya. No se trata sólo, que ya es muy grave, de su nula representatividad, sino de que, quieras que no, en sus filas se sigue utilizando el tema catalán como un arma de la batalla electoral. Y eso, cómo no, tiene consecuencias adversas en Catalunya.
También porque en el flanco débil de Sánchez, todas sus leyes de ruptura con la antropología de los fundamentos morales, la citada eutanasia, la del aborto tal y como la ha hecho, la de enseñanza, la trans, la del “Sólo sí es sí”, y de hecho la liquidación casi total a efectos prácticos de la patria potestad, la falta de ayudas a la familia y su deterioro como figura legal con la nueva ley de Ione Belarra, todo éste flanco es un elemento de desgaste que el PP evita, aunque es evidente que bien explicado constituye una bandera importante porque lo que se está haciendo en este ámbito está fuera de medida y ha convertido a España incluso en una singularidad en el contexto europeo.
Naturalmente, además de todos estos aspectos habrá la evolución del año en cuestiones tan decisivas como la inflación o si se mantiene o no la tranquilidad que Sánchez augura para Catalunya. Pero, en todo caso lo que queda claro es que los factores indicados en uno u otro sentido establecen unas tendencias electorales, que si el PP no logra modificar, pueden volver a darle la victoria a Sánchez, porque hay que recordar que mientras el actual presidente del gobierno puede hacer alianzas con multitud de pequeños partidos, el PP tiene ese terreno mucho más limitado.