A pesar de que el mundo de la Inteligencia Artificial (IA), los algoritmos y la digitalización parece llevárselo todo, existen otros ámbitos de la ciencia y la tecnología que están dando lugar a una revolución silenciosa que permitirá avances considerables en el ámbito práctico de los materiales y más concretamente el de las aleaciones.
Posiblemente, como informa el catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, José Manuel Torralba, nos encontramos ante una revolución similar a la que significó 8.000 años antes de Cristo la revolución del cobre, cuando descubrieron que ese material se endurecía y podía tomar formas diferentes solo golpeándolo. Después, alrededor de 3.000 años antes de Cristo se produjo la revolución del bronce, la aleación entre cobre y estaño que hacía el nuevo material mucho más duro. Y así comenzó la época de las aleaciones que permitían mejorar los materiales disponibles hasta llegar a la última y más importante por su uso masivo, la del acero .
Sin embargo, las posibilidades de hacer aleaciones entre metales no son ilimitadas, sino que responden a unas condiciones naturales que no pueden vulnerarse y que son las que han determinado los límites de lo que se podía hacer a lo largo de 5.000 años de historia humana.
Pero esto empezó a cambiar a partir de 2004, cuando dos grupos de investigación por separado descubrieron y demostraron que si la entropía de la mezcla era suficientemente alta, aquellas limitaciones derivadas de la estructura atómica de los materiales podían superarse. Este descubrimiento ha abierto camino a la aplicación de nuevas aleaciones para poder dar respuesta a trabajos con alta temperatura, propiedades magnéticas, resistencia a la corrosión y oxidación.
Por ejemplo, este tipo de aleaciones facilitarán el almacenamiento de hidrógeno y pueden ser útiles para encontrar alternativas a los metales de los que existe una escasa cantidad en el mundo y una gran demanda, los metales estratégicos, como por ejemplo los que se necesitan para las pilas, porque sus propiedades pueden ser sustituidas por alguna de estas aleaciones multicomponentes de alta la entropía.
Es más, se abre camino a una mejor utilización del reciclaje porque en base a aleaciones ya fabricadas para otros usos se pueden desarrollar a través de este nuevo procedimiento, nuevas combinaciones. Estamos apenas en un momento de apertura de este camino, pero ya que tantas malas noticias nos proporciona el día a día, es bueno señalar una importante que está pasando demasiado desapercibida.