Uno de los aspectos más lamentables de este año de desgobierno es la desatención al funcionamiento interno de la Generalitat. Este hecho revierte en una particular gravedad cuando se considera su compleja organización interna formada por capas de aluvión, que van creando nuevas instancias sin ningún proceso de racionalización. Lo que en un principio eran iniciativas renovadoras, se han acabado convirtiendo en una telaraña de gasto y de gestión incontrolada. Porque es muy difícil atender a casi 200 entidades que tienen presupuesto propio y objetivos específicos. Echemos un vistazo.
El primer grupo está formado por entidades autónomas de carácter administrativo. Aquí, con diferencia, encontramos el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) con 9.458 millones de presupuesto. Es de una magnitud extraordinaria en el marco de lo que son los presupuestos de la Generalitat.
Pero si se repasa el conjunto de entidades dentro de los diversos epígrafes en que se dividen, se puede constatar que ésta no es la cifra final que se dedica al ámbito de la salud, sino que se multiplica mucho más. Así, por ejemplo, cabe añadir: la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria (5,5 millones), el Instituto Catalán de la Salud (3.000 millones), el Instituto de Diagnóstico por la Imagen (63 millones), Gestión de servicios Sanitarios (94 millones), el Instituto de Asistencia Sanitaria (124 millones), Gestión y Prestación de servicios de Salud (15,5 millones), Instituto Catalán de Oncología (270,8 millones), Banco de Sangre y Tejidos (90,2 millones), Parque Sanitario Pere Virgili (44,6 millones), Sistema de Emergencias Médicas (350,6 millones), Coordinación Logística Sanitaria (2,4 millones), Barnaclínic (15,7 millones), y un seguido de corporaciones sanitarias: Parc Taulí de Sabadell (287,6 millones), Consorcio Sanitario de Terrassa (194 millones), Consorcio Sanitario de Barcelona (9,1 millones), Consorcio Hospitalario de Vic (104,4 millones), Consorcio Sanitario Integral (256,8 millones ), Consorcio Sanitario del Alt Penedès y el Garraf (122,1 millones), Consorcio Sanitario del Anoia (76,3 millones), Consorcio del Laboratorio Intercomarcal del Alt Penedès, Anoia y el Garraf (18,7 millones), Consorcio Sanitario del Maresme (141 millones), Consorcio de Salud del Maresme y la Selva (116,1 millones), Hospital Territorial de la Cerdanya (20,8 millones), Consorcio de Castelldefels (6 millones), Consorcio Mar Parque de la Salud de Barcelona (163,8 millones), Consorcio de Atención Primaria de Barcelona izquierda (16 millones), Consorcio de Gestión Corporación Sanitaria (17 millones), y Hospital Clínico de Barcelona (557,7 millones). Consorcio Sanitario de Terrassa (194 millones), Consorcio Sanitario de Barcelona (9,1 millones), Consorcio Hospitalario de Vic (104,4 millones), Consorcio Sanitario Integral (256,8 millones), Consorcio Sanitario del Alt Penedès y el Garraf (122,1 millones), Consorcio Sanitario del Anoia (76,3 millones), Consorcio del Laboratorio Intercomarcal del Alt Penedès, Anoia y el Garraf (18,7 millones), Consorcio Sanitario del Maresme (141 millones) , Consorcio de Salud del Maresme y la Selva (116,1 millones), Hospital Territorial de la Cerdanya (20,8 millones), Consorcio de Castelldefels (6 millones), Consorcio Mar Parque de la Salud de Barcelona (163,8 millones) , Consorcio de Atención Primaria de Barcelona izquierda (16 millones), Consorcio de Gestión Corporación Sanitaria (17 millones), y Hospital Clínico de Barcelona (557,7 millones).Consorcio Sanitario de Terrassa (194 millones), Consorcio Sanitario de Barcelona (9,1 millones), Consorcio Hospitalario de Vic (104,4 millones), Consorcio Sanitario Integral (256,8 millones), Consorcio Sanitario del Alt Penedès y el Garraf (122,1 millones), Consorcio Sanitario del Anoia (76,3 millones), Consorcio del Laboratorio Intercomarcal del Alt Penedès, Anoia y el Garraf (18,7 millones), Consorcio Sanitario del Maresme (141 millones) , Consorcio de Salud del Maresme y la Selva (116,1 millones), Hospital Territorial de la Cerdanya (20,8 millones), Consorcio de Castelldefels (6 millones), Consorcio Mar Parque de la Salud de Barcelona (163,8 millones) , Consorcio de Atención Primaria de Barcelona izquierda (16 millones), Consorcio de Gestión Corporación Sanitaria (17 millones), y Hospital Clínico de Barcelona (557,7 millones).
Como se puede ver, la multitud de ámbitos autónomos y de gasto sanitario es extraordinaria, del orden de 5000 millones de euros. Significa 675,6 euros por catalán y año , acuda o no a la sanidad publica.
Hay que exigir una seria remodelación para intentar simplificar y generar economías de escala a consecuencia de una mejor organización.
Y si la sanidad es uno de los capítulos que llama la atención por esta multiplicidad de centros, otro que también debería ser objeto de atención es el del gasto en los ámbitos de la radio y la televisión. Concretamente la CCMA tiene asignado un presupuesto de 245.2 millones, en la vertiente de entidades de derecho público sometidas al ordenamiento jurídico privado, y 297.6 millones más en el epígrafe de entidades de carácter mercantil con participación total o mayoritaria de la Generalitat. En total esto representa más de 550 millones dedicados al presupuesto vigente en TV3 y compañía. Un gasto al que habría que añadir los 6 millones del Consejo del audiovisual y sobre todo 8 millones específicos para la Maratón de TV3; es decir, este programa benéfico funciona a partir de un importante presupuesto público que surge de los presupuestos generales de la Generalitat y no de los recursos de TV3 que, de este modo, hace un doble negocio: el de la audiencia y la publicidad subsiguiente que da, y el de producir el programa pagado por la Generalitat.
Este primer vistazo al ámbito de las numerosas entidades gestionadas por la Generalitat revela dos cosas. Una, que por su número hacen imposible una gestión ordenada, más cuando el Parlamento de Cataluña no lo ha examinado nunca en su conjunto, una por una, faltando así a uno de sus deberes más importantes, como es el del control eficiente y eficaz de la gasto. La otra es que las cifras se multiplican con facilidad sin que nunca se haya producido una revisión racionalizadora, como muestra la galaxia del ámbito de la sanidad.
De hecho, los dos ámbitos que hemos enfocado ahora, el sanitario y para simplificar el de TV3, constituyen en sí mismos dos importantes centros de poder autónomo en el que sus funcionarios, los que ocupan puestos directivos, han acabado convirtiendo en poderes autónomos de la propia Generalitat que defienden intereses corporativos. En otras palabras, el desgobierno ha comportado que en Cataluña acabe imperando un orden cada vez más corporativista que atenta contra los intereses generales de los catalanes.