Tras saber por anticipado que Aragonés tampoco logrará ser investido presidente de la Generalitat en su segundo intento, y que se abre un plazo hasta la obligación de convocar elecciones, que iría hasta el 26 de mayo, la mayor de las incertidumbres planea sobre la gobernabilidad de Cataluña.
Pero sería un error prestar sólo atención a si pactan o no pactan, porque el contenido del programa es tan importante como el acuerdo. Por ejemplo, en el texto acordado entre ERC y la CUP no figura la más mínima referencia a la pandemia, la vacunación, ni siquiera al grave problema sanitario que padece Cataluña al haber quedado bloqueadas las urgencias a otras patologías que no sean la Covid. Si esta omisión es un signo de lo que puede ser el nuevo gobierno, el resultado no podría ser más desastroso.
Tampoco se dice nada sobre el nefasto sistema fiscal de Cataluña, barroco, improductivo y donde, a pesar de la hegemonía del progresismo, es el lugar donde, junto con las economías forales, las rentas más bajas pagan más por el IRPF. Eso por no hablar de la idea de la CUP de impulsar una renta básica universal de 735 euros por persona, que se llevaría una gran parte del presupuesto. De hecho lo haría inviable, y lo que no es ningún chiste son las tres consejerías nuevas que quiere crear ERC dedicadas al feminismo, la ecología y la investigación, lo que elevaría el total de departamentos a 16, contando presidencia. Mientras, la Generalitat sigue sin reformar las más de 180 entidades que tiene su administración y que por su número hacen imposible todo tipo de control.
Lo que el pacto de gobierno necesita es un programa que tenga a su lado el presupuesto para este año, porque el problema de fondo es que toda la previsión presupuestaria de 2020 ha quedado destruida por los efectos de la Covid . De hecho, hay que empezar de nuevo y para ello se requiere un presupuesto, y el programa de gobierno que se pacte no se puede hacer al margen del mismo. Si estos dos meses sirven para avanzar en estos términos, bienvenidos sean, pero si se aplica sólo a un regateo de poder, el resultado será absolutamente nefasto.