Los datos del INE sobre el registro de nuevas hipotecas muestran como la tendencia alcista se ha visto truncada por la pandemia mundial del coronavirus. El descenso cercano al 15% se ha cifrado en 333.721 unidades, la cifra más baja desde 2017 y un 7,6% menos que en el ejercicio anterior.
«La especial situación en 2020 debido a la crisis sanitaria ocasionada por el covid-19 provocó que la evolución del número de hipotecas sobre viviendas fuera distinta en los diferentes periodos del año. Durante los meses en los que se estableció el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria, la atención diaria al público en los Registros de la Propiedad se realizó exclusivamente mediante correo electrónico o por vía telefónica», explica el Instituto Nacional de Estadística.
Y añade que, «en el transcurso de estos meses, en los que se suspendió la apertura al público de los Registros de la Propiedad, se produjo una disminución importante del número de hipotecas constituidas sobre de viviendas. El mayor descenso en tasa anual se registró en el mes de mayo (–27,6%). Con la desescalada y la llegada de la nueva normalidad se observó una progresiva recuperación del número de hipotecas constituidas sobre viviendas».
El portal inmobiliario Idealista recalca que los últimos datos del año 2020 «mantienen la misma tónica que venían arrastrando en los últimos meses: una caída significativa del número de operaciones, pero inferior a la anunciada por algunos expertos. En este sentido, parece que la paridad entre préstamos a tipo fijo y variable se ha asentado y que los precios de las hipotecas, fruto de la competencia entre entidades, siguen marcando mínimos. Aún así, en esta última estadística, se mantiene el importante incremento en el número de novaciones y subrogaciones en los préstamos, sin duda debido al interés de las familias por aprovechar las caídas de tipos y la mayor disposición de los bancos a negociar condiciones con sus clientes».
En el mencionado medio se destaca cómo ha evolucionado el registro de nuevas hipotecas en las diferentes Comunidades Autónomas. Las comunidades con mayor número de hipotecas constituidas sobre viviendas durante el año 2020 fueron Andalucía (63.519), Madrid (60.494) y Cataluña (53.657). Las tres regiones también lideraron el ranking del capital prestado, aunque en este caso la primera posición la ocupó Madrid (11.134,8 millones de euros), seguida de Cataluña (9.796,8 millones) y Andalucía (7.380,4 millones). En términos de evolución interanual solo cinco regiones han conseguido registrar un balance anual positivo en lo que se refiere a la firma de nuevos préstamos: se trata de Aragón (6,4%), Asturias (5,3%), Extremadura (3,4%), Castilla y León (2%) y el País Vasco (1,5%).
Al analizar el año por comunidades autónomas, destaca la enorme heterogeneidad. Cinco (Aragón, Asturias, Extremadura, Castilla y León y el País Vasco) acabaron 2020 con más hipotecas firmadas que en 2019. Aragón es la que tuvo la mayor alza de entre todas (un 6,4% más). En el lado opuesto aparecen seis comunidades (Navarra, Castilla-La Mancha, Madrid, Canarias, Comunidad Valenciana y Cataluña) con caídas por debajo de la media. Entre estas es Navarra (-15,6%) la que sufrió un mayor desplome y destaca la presencia de tres de los mayores mercados autonómicos. El cuarto (de hecho el mayor en número de firmas), Andalucía, figura a continuación de Cataluña, pero ya con una caída inferior a la media española, lo que también sucedió en Baleares, Cantabria, La Rioja, Murcia y Galicia.
Desde el punto de vista del conjunto del sector hipotecario (es decir, sumando a las operaciones de viviendas las vinculadas a otro tipo de inmuebles urbanos o rústicos), 2020 terminó con más de 460.000 fincas hipotecadas, un 7,5% menos que en 2019. Aquí el volumen de capital prestado (más de 69.000 millones) sí se resintió (-6,1%) porque el mayor importe medio de los préstamos (150.286 euros, un 1,5% más) no compensó la caída de firmas.
Los últimos datos del año 2020 mantienen la misma tónica que venían arrastrando en los últimos meses: una caída significativa del número de operaciones, pero inferior a la anunciada por algunos expertos