«Vuelta al mundo y vuelve al Born», nunca mejor dicho, para aplicarlo a Units per Avançar. Después de meses, por no decir algunos años, dándole vueltas a la historia de pactos con otras fuerzas del espacio catalanista, tras presentar un candidato unitario en la persona de Albert Batlle, teniente Alcalde de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Barcelona, al final Units per Avançar, en su Consejo Nacional celebrado esta semana, ha decidido por unanimidad volver a ofrecer al PSC la reedición de la coalición vigente gracias a la cual Ramon Espadaler, líder de Units, tiene acta de diputado .
Los motivos han sido que «la principal razón de hacer del pacto suscrito en 2017 era poder presentar una alternativa catalanista que trabajara para la cohesión social y la convivencia y que huyera de posiciones extremas del independentismo y del inmovilismo«. Añade que «la defensa de los pilares del estado del bienestar es una cuestión prioritaria en la próxima legislatura, un ámbito que une las dos visiones, la demócrata cristiana y la social demócrata«. Por todo ello, afirman Units, plantearán al PSC la reedición de la alianza adaptándola a la nueva coyuntura, lo que seguramente puede significar la incorporación de personas del espacio catalanista en la lista del PSC procedentes de otras pequeñas formaciones . Si este hecho se confirmara, se podría dar por liquidada toda perspectiva de reconstruir un espacio catalanista de centroderecha que no fuera subalterno del Partido Socialista alineado con los planteamientos «progres».
La consideración de Unidos sobre las razones de repetir la alianza son más fruto del intento de justificar su imposibilidad de concurrir directamente a las elecciones, que de las razones que esgrime. En primer lugar porque las visiones del estado del bienestar de la democracia cristiana y la social demócrata en toda Europa no les unen, sino que más bien tienden a separarlos desde el punto de vista de la concepción teórica. Pero yendo a lo la situación hace aún más difícil justificar este acuerdo, aunque Units presume de votar por su cuenta en temas relacionados con la enseñanza. El hecho es que sus votos, pocos o muchos, reforzarán la opción que suscribe la ley Celaá de educación, que puede significar un golpe mortal para la enseñanza concertada. No es serio querer hacer creer que su posición de fortalecer al PSC no está fortaleciendo sus posiciones políticas, que también tienen que ver con la ley de la eutanasia, el rechazo a un plan de cuidados paliativos y a la iniciativa de una nueva ley del aborto. Desde esta perspectiva, es muy difícil que Units per Avançar pueda mantener un mínimo de credibilidad por su bandera demócrata cristiana, porque es evidente que la agenda socialista, con la que ellos hacen coalición y piden el voto, es difícilmente asumible para la mayoría de cristianos.
En realidad, lo que hay en el trasfondo es la falta de actividad de este partido a lo largo de los años para conseguir crecer y tener una capacidad propia que le permita dejar de ser una organización subalterna del PSC. En este sentido, el espacio socialcristiano, que parecía que podía tener un representante en Units per Avançar, vuelve a quedar vacío.