El inesperado discurso de casi 10 minutos de duración sobre los 35 minutos que duró la entrevista de Francisco en la Delegación española encabezada por el presidente Sánchez, es toda una advertencia a una serie de cuestiones relacionadas con la situación interna española.
El preludio del discurso reiteraba el sentido de la política como servicio hasta el sacrificio personal, y lo hacía recordando a Pío XI y Pablo VI, dos Papas que por poca cultura católica que tenga Sánchez, seguro que están muy lejos de sus preferencias. El Papa cuestionó de una manera indirecta, pero clara, la forma como se aborda la memoria histórica y también la «fantasía tradicionalista». Recordó que la política es una forma muy alta de la caridad y del amor, que no es una cuestión de maniobras, sino de servicio. También fue crítico con la apropiación de la patria, que no es propiedad de nadie, sino que es un legado del pasado. «Construir la patria donde no nos es permitido hacer borrón, y si en una empresa está permitido, en la patria no porque es algo que hemos recibido. Y tampoco nos es permitido refugiarnos en lo que fue hace 50-100 años «. También afirma que es «muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria». Hay que remarcar que entre el texto del discurso oficial que ha sido publicado en la web del Vaticano y la intervención del Papa que ha sido editada y difundida por los mismos servicios vaticanos, hay sustanciales diferencias fruto de una mayor extensión debido a la improvisación que sobre la marcha hizo Francisco. Por lo tanto, la visión completa se tiene más en el vídeo que en el texto.
A pesar de las advertencias, Sánchez no ha dudado ni un momento en impulsar un estado de alarma, polémico por su duración de casi medio año que no responde a ningún criterio técnico porque es imposible, dada la incertidumbre, prever cómo será la situación a tan largo plazo. Una suspensión de garantías aunque sean parciales de tan larga duración atenta contra el estado de derecho. El mundo jurídico y empresarial por razones muy diferentes ya se ha manifestado en contra. Hay que decir que en este larguísimo período, el mensaje que el gobierno envía al consumo interior, a las perspectivas económicas y la imagen internacional, es tétrica. Lo que dice es que no habrá ninguna posibilidad de recuperación para Navidad, ni del turismo para Semana Santa.
El PP hace una contraoferta más razonable en el sentido de mantenerlo hasta antes de Navidad y elaborar mientras tanto la famosa legislación específica, que permita aplicar restricciones sin acudir a instrumentos menos garantistas de los derechos como es la declaración de estado de alarma.
El diálogo por el momento y la negociación para formar la unidad que se desprendía del mensaje papal brilla por su ausencia.
El independentismo, como no podía ser de otra manera, parece que está dividido en cuanto a su aceptación o rechazo a la iniciativa de Sánchez. ERC y el PDeCAT votarán que sí. Este último voto parece difícil de explicar por una lógica de su electorado porque la medida castiga a todo un sector comercial y turístico que es votante de la antigua Convergencia. JxCat y la CUP lo harán en sentido contrario. Esta última organización convocó este pasado lunes concentraciones contra el estado de alarma que terminaron con incidentes con la policía y contenedores quemados. A pesar de todas estas reacciones, la actitud de Sánchez, como es habitual, es la de cerrarse a negociar ningún cambio en su propuesta.
No es este el único punto de conflicto y de división que atiza la posición del gobierno. La ley Celaá de educación está en tramitación en el Congreso, está generando una reacción negativa creciente en la escuela concertada que ya ha anunciado que convocará manifestaciones y no serán las primeras si bien las anteriores han tenido una repercusión relativa porque se han hecho a través de la red. Han sido manifestaciones virtuales. La razón fundamental es que si la nueva ley sale adelante tal como está redactada, la escuela concertada tiene el riesgo de irse extinguiendo porque le recortarían progresivamente el número de plazas, ya que no habría la posibilidad de lo que se conoce como «demanda social», es decir otorgar plazas en función de lo que piden los padres, sino que la prioridad sería para la escuela pública. La plataforma concertados, que integra a las organizaciones de este tipo de escuela y los sindicatos con FSIE y USO y las organizaciones de padres de la CONCAPA y COFAPA, es quien organiza toda la movilización. También el gobierno acelera la tramitación de otra ley bien conflictiva como es la de la eutanasia, que evidentemente despierta una clara oposición en la Iglesia.
De todo ello, más los comentarios filtrados por la Santa Sede se llega a la conclusión de que la idea de Sánchez de explotar su visita al Vaticano presentando al Papa como una especie de aliado suyo, de la mano de su última encíclica, Frattelli Tutti , ha salido tan mal como expresa la fotografía de Francisco y Sánchez y su esposa, en la que el Papa mantiene una actitud seria como la del encuentro con Trump, i contrasta con la imagen sonriente de la reunión con Felipe VI.
Una de las consecuencias de la entrevista es que parece que en lugar de favorecer una posible visita del papa a la Cueva de Manresa, más bien la ha dejado en suspenso, porque en la Santa Sede no hay confianza en las actitudes y instrumentalizaciones de Sánchez.