El curso se acaba y es hora de hacer balance, y éste no puede ser más espeluznante: Cataluña cae en picado. Estos son los hechos:
Empezamos por los más recientes:
La crisis de la Covidien-19 . La situación epidemiológica de Cataluña es resultado de la incapacidad para detectar y actuar bien y a tiempo sobre los brotes iniciales, consecuencia a la vez de un sistema sanitario falto de recursos, pero también de previsión. Hay una carencia extraordinaria de visión ejecutiva. Primero fue el Segrià y la Noguera , y luego, mucho más grave en l’Hospitalet y en la ciudad de Barcelona, para acabar extendiéndose a buena parte del área metropolitana.
Todo empezó a empeorar después de San Juan. La causa era obvia: el 13 de julio la cabeza de epidemiología de la Vall d’Hebron denunciaba que eran necesarios 1.900 rastreadores , y que Cataluña disponía sólo de 150. A estas alturas, y a pesar de las contrataciones, su número es insuficiente. La situación empeora porque no se dispone de un software informático que unen el call Center de los seguimientos, los CAP y los rastreadores. Así es imposible controlar nada. El resultado ha sido que Cataluña figura en la lista negra de muchos países de Europa, empezando por Francia. La temporada turística está liquidada, y el impacto será terrible cuando se haga balance el 1 de septiembre, porque esta actividad significa el 15%del PIB.
Las contradictorias declaraciones del Presidente Torra, llamando a la posibilidad de un mayor cierre, al tiempo que afirmaba que se podía acudir sin problemas, añaden desconcierto al caos. Por si fuera poco, la desafortunada actuación del Departamento de Sanidad y el presidente Torra culminaba con un incompresible enfrentamiento con la Iglesia y con el cardenal Omella, por el funeral a la Sagrada Familia , que prohibieron, mientras a la misma hora todas las iglesias de Barcelona celebraban el culto dominical sin ningún problema. Incomprensible.
Y como todo lo que se hace mal se puede complicar, la actual fase de la epidemia, que sobre todo afecta a gente más joven pasará a hacer sentir sus efectos sobre la población de riesgo, por los contagios domésticos, y por lo tanto el mes de agosto, aunque se controle más bien la situación, los hospitales se verán más presionados. Y en estas circunstancias encararemos la anunciada y temida segunda ola en otoño.
Los pésimos datos económicos de finales de julio
Dos datos dan fe del declive de Cataluña. El primero hace referencia a la creciente distancia entre el PIB de Madrid y el Catalán, un hecho de significación histórica. Desde hace varias décadas en renta per cápita Madrid supera a Cataluña. En términos de renta por hogar, el mejor indicador de la renta de las personas, el 2018 Cataluña sólo ocupaba la quinta posición por detrás de Madrid, pero la gran novedad es que en términos absolutos sea la comunidad del centro quien supere a Cataluña: 239.878 millones de euros, por 236.739 millones en el caso catalán. La causa es muy evidente. Cataluña se estanca y cada vez crece más lentamente. En 2000 el PIB catalán representaba el 18,9% del español, y Madrid el 17,7%. La diferencia entre ambas era de más de dos puntos porcentuales (pp). En 2019 Madrid ha subido hasta el 19,3% con un aumento de 1,6 pp, mientras que Cataluña sólo ha crecido una décima de punto . El ritmo de crecimiento ha sido casi 20 veces menor en términos de puntos porcentuales. Y no se trata sólo de Madrid, el año pasado España creció un 2,0%, y Cataluña un 1,8%, mientras que Madrid lo hacía en un 2,8%.
La segunda mala noticia reciente hace referencia al paro; un millón de puestos de trabajo perdidos en un solo trimestre según la Encuesta de Población Activa que eleva la cifra española de parados al 15,33% sin considerar todos los trabajadores que están con un ERTE. Si se consideraran todos, este paro sube hasta el 35%. En términos de puesto de trabajo perdidos Funcas lo sitúa en el 19%. En esta ocasión estas devastadoras cifras tienen su impacto en Cataluña con un paro del 12,78% a sólo 2,55 pp de la media española. Ha aumentado en Cataluña en relación al trimestre anterior 2,38 pp por sólo 0,9 pp en España, por lo tanto el paro ha crecido prácticamente dos veces y media más en Cataluña que en el conjunto del estado. Y eso antes de registrar el gran golpe de la temporada turística.
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